Bruselas

La Comisión Europea ha avisado a los Gobiernos de Polonia y Hungría de que la prohibición de las importaciones de cereales y otros productos agrícolas procedentes de Ucrania decretada durante el fin de semana vulnera las normas de la Unión Europea. Bruselas reconoce que los agricultores de estos dos países atraviesan una situación difícil debido al desplome de precios, pero rechaza las "medidas unilaterales" de Varsovia y Budapest y reclama una acción coordinada.

Polonia y Hungría anunciaron el sábado que habían decidido vetar las importaciones de Ucrania para proteger a su sector agrícola, alegando que estaban sufriendo una avalancha de oferta de cereales procedentes del país en guerra que está hundiendo los precios en toda la región. "El veto es total, incluida la prohibición de tránsito por Polonia", ha dicho el ministro polaco de Tecnología y Desarrollo, Waldemar Buda.

La maniobra de Varsovia ha causado especial sorpresa en Bruselas porque el Gobierno de derecha radical de Mateusz Morawiecki ha sido el principal defensor de Ucrania dentro de la UE desde el inicio de la invasión rusa hace un año. El Gobierno de Eslovaquia también ha anunciado este lunes que se sumará al veto a las importaciones agrícolas ucranianas.

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"Conocemos los anuncios de Polonia y Hungría sobre la prohibición de las importaciones de cereales y otros productos agrícolas de Ucrania. Estamos solicitando más información a las autoridades correspondientes para poder evaluar las medidas", ha dicho una portavoz del Ejecutivo comunitario.

"En este contexto, es importante subrayar que la política comercial es competencia exclusiva de la UE y, por lo tanto, las acciones unilaterales no son aceptables. En tiempos tan difíciles, es crucial coordinar y alinear todas las decisiones dentro de la UE", ha agregado la portavoz.

Bruselas ha anunciado un nuevo paquete de ayudas (cuya dotación aún no se ha concretado) para compensar a los agricultores del Este por la caída de precios. Un desplome que éstos atribuyen a la decisión de la UE de eliminar todos los aranceles a los productos ucranianos tras el estallido de la guerra y también a los corredores ferroviarios habilitados para ayudar a exportar los cereales ucranianos, sorteando el bloqueo ruso del Mar Negro. Unos corredores que comienzan en Polonia.

La Comisión Europea ya aprobó en marzo una primera ayuda de 56 millones de euros destinada a los agricultores de Polonia, Bulgaria y Rumanía. "Los agricultores de los países fronterizos con Ucrania han expresado su preocupación por los efectos del aumento de las importaciones de cereales y semillas oleaginosas de Ucrania en los mercados locales. Las perturbaciones comerciales provocadas por la agresión rusa no deberían perjudicar a los agricultores de los países vecinos", dijo entonces el Ejecutivo comunitario.

Sin embargo, Bruselas ha propuesto prorrogar al menos un año más (hasta junio de 2024) la eliminación de los aranceles a los productos ucranianos. Los países afectados por el aumento de importaciones piden reconsiderar esta decisión. Las consecuencias del veto de Polonia y Hungría se discutirán a nivel técnico esta semana para tratar de encontrar soluciones, según han anunciado fuentes diplomáticas.