Rusia ha atacado esta madrugada Kiev y varios puntos del territorio ucraniano con 26 drones kamikaze de fabricación iraní, de los que las defensas antiaéreas de Ucrania derribaron 21. Varias viviendas han sufrido daños sin que, por el momento, se hayan notificado víctimas.
Tres de esos drones no derribados han destruido parte de una infraestructura petrolera de la provincia de Kirovograd, en el centro de Ucrania. Al menos uno de los depósitos de petróleo se ha visto afectado.
Parte de estos drones Shahed 136 de fabricación iraní iban dirigidos a la capital, Kiev, donde cerca de la medianoche se activaron las sirenas antiaéreas. El Ejército ucraniano logró derribar todos los aparatos no tripulados que entraron en su espacio aéreo.
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Otro de los drones afectó a un edificio gubernamental en Dnipró, el centro administrativo de la región de Dnipropetrovsk. En Mykolaiv uno de los drones ha impactado contra un edificio de viviendas sin causar ni muertos ni heridos, mientras que en la región de Donetsk los drones han dañado cinco edificios de gran altura y una infraestructura civil.
Los drones fueron lanzados desde la región rusa de Briansk, al noreste de Ucrania, y desde el mar de Azov, al sureste.
Ataques en suelo ruso
El ataque ruso se produce después de que varias infraestructuras y vías de tren que Rusia utiliza para el suministro de combustible a sus tropas en Ucrania hayan sido atacadas en los últimos días.
De hecho, esta madrugada se declaró un incendio en un depósito de combustible en la localidad de Volná, en la región rusa de Krasnodar, a poco más de 10 kilómetros del lugar donde comienza el puente que une Rusia con la anexionada península de Crimea.
Ucrania no ha reivindicado ni negado oficialmente que sus fuerzas o servicios secretos están detrás de este y el resto de ataques, aunque Moscú sí ha atribuido la autoría a Kiev.
Tres ataques en 6 días
Este nuevo ataque, el tercero en menos de una semana, no ha dejado, por el momento, víctimas mortales. El pasado viernes al menos 23 personas perdieron la vida en una nueva ola de ataques rusos en las ciudades en Dnipró y Umán, donde varios misiles impactaron contra una decenas de edificios residenciales. Kiev también fue atacada pero sin víctimas ni daños.
Según algunos analistas, Rusia sigue lanzando estos aparatos no tripulados de bajo coste para obligar a Ucrania a gastar misiles y otros tipos de munición antiaérea mucho más costosos.
Además, las interceptaciones de estos drones también podrían ayudar a Rusia a localizar el emplazamiento de sistemas defensivos utilizados por Ucrania en plena puesta a punto de la contraofensiva ucraniana, que está lista tal y como ha confirmado el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov.
"Las tácticas del adversario siguen como de costumbre y sin cambios: al caer la noche los terroristas lanzan una oleada de artefactos desde varias direcciones”, ha explicado el jefe de la Administración Militar de Kiev, Sergii Popko.
Con la ayuda de los sistemas de defensa antiaérea recibidos de sus aliados occidentales, Ucrania logra ahora derribar la mayoría de drones kamikazes con los que Rusia destruyó en otoño e invierno numerosas infraestructuras energéticas ucranianas.