Una exposición de fotografías en el Parlamento Europeo donde se representa a un Jesucristo LGTB, obra de la artista sueca Elisabeth Ohlson, ha provocado una ola de críticas y protestas por parte de los eurodiputados de la extrema derecha, quienes han calificado las imágenes como "blasfemas" e "irrespetuosas".
"Una vez más, el Parlamento Europeo se pliega al lobby LGTB y promueve una inoportuna, innecesaria y grotesca exposición blasfema hecha con la única intención de ofender y dividir", ha dicho Vox en Twitter.
En una de las fotografías puede verse a siete discípulos, vestidos de cuero y con cadena, arrodillados ante Jesucristo. O, según la interpretación de la eurodiputada de Lega Maria Veronica Rossi, "apóstoles vestidos como esclavos sadomasoquistas".
Para Vox, esto constituye "una muestra más del desprecio y odio religioso de las instituciones de Bruselas al Cristianismo que nunca se les ocurriría con la 'religión de paz'. Es imperativo alcanzar una mayoría en el Consejo y el Parlamento para recuperar los pilares y las tradiciones de Europa".
En la misma línea, el jefe de Vox en el Parlamento Europeo, ha lamentado que "el Parlamento Europeo se ha convertido en una espacio de impunidad para el lobby LGTBIQ+ con la complicidad de izquierdas, populares y liberales". Además, ha arremetido contra Ohlson: "Mi desprecio infinito al autor, a los promotores y a quienes lo han permitido. Asqueroso y miserable. Mi deseo de que la próxima legislatura ello no sea posible".
[Cristo crucificado con la imagen del payaso de MacDonald´s]
La artista de 61 años se ha defendido y ha justificado que existen "un montón de imágenes de Jesús con parejas heterosexuales, millones de cuadros famosos. Esto solo son 12 fotografías donde Jesús ama los derechos LGTB, y 12 fotografías no deberían asustar tanto a la gente".
Intentos de censura
La obra fue expuesta en el Parlamento Europeo el pasado día 2 de mayo por iniciativa del grupo Left. Se trata de un evento largamente esperado, ya que el primer intento de llevarlo a cabo data de 1999.
Aquella vez la eurodiputada sueca Marianne Eriksson (Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica) había intentado exhibir la obra Ecce homo, compuesta por 15 imágenes, en la sede de la Eurocámara de Estrasburgo. Sin embargo, las protestas llevaron a que Nicole Fontaine, líder del organismo, lo limitase a unas diapositivas.
"Las fotografías de Ohlson a menudo se inspiran en pinturas bíblicas barrocas, pero contienen un mensaje vinculado a la actualidad", subrayó la eurodiputada sueca Malin Björk (Partido de la Izquierda), responsable de la organización de la exposición. "Ohlson siempre toma una posición clara a favor de los más discriminados, ya sean LGBTQ+, musulmanes, refugiados, sin techo o discapacitados".
Como hace 24 años, antes de la inauguración del martes la extrema derecha (especialmente los italianos de Lega) intentaron boicotear la exposición. Matteo Salvini dijo que le parecía una obra indignante, y la ira se expandió por todos los grupos afines.
La normativa del Parlamento Europeo establece que "los eventos culturales y las exhibiciones no podrán socavar, de ninguna manera, la dignidad del Parlamento, ni ser ofensivos o incendiarios, ni dar lugar a disturbios". Cuando se dio el visto bueno, se consideró que la obra de Ohlson no incumplía ninguna de estas reglas.
A la obra solo pueden acceder los trabajadores del Parlamento o aquellas personas que reciban una acreditación especial, de forma que no está abierta al público general. Está previsto que el viernes 5 de mayo concluya la exposición, cuando se retirarán los cuadros, colgados en uno de los pasillos del edificio.