El ministro de Educación de Serbia, Branko Auric, ha presentado su renuncia al cargo este domingo, después del tiroteo en un colegio del país que la semana pasada se cobró la vida de nueve personas, ocho de ellas menores.
En una carta dirigida a la primera ministra del país, Ana Brnabic, Ruzic ha asumido su responsabilidad como cabeza del Ministerio de Educación y ha comunicado su decisión de dimitir "como hombre responsable y educado, (...) como padre y ciudadano de la República de Serbia".
"La dimisión es un acto personal pero también político, en las sociedades democráticas desarrolladas es un signo de fortaleza y en nuestra región, muy a menudo, es un signo de debilidad. Que el público juzgue", ha aseverado el ya exministro.
En la misiva también explica que tomó la decisión tras conocer el suceso, y que se lo había comunicado en ese momento a la mandataria, pero ha esperado hacerla pública hasta después del periodo de luto nacional declarado en el país.
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"Serbia necesita sabiduría, serenidad, amor y empatía, de ninguna manera incitar conflictos (...), sin importar de qué lado vengan", ha añadido.
Serbia se encuentra todavía impactada por los dos tiroteos que en la pasada semana se cobraron la vida de en total 17 personas, nueve de ellas en un colegio, asesinadas por uno de sus compañeros de clase.
Las consecuencias de estos actos ya se han dejado ver en la política, especialmente con la paralización de la emisión de nuevas licencias de armas en todo el país durante dos años, además de la implantación de revisiones regulares de las armas legales y registradas.
Además, el Ministerio del Interior serbio ha informado de que cualquier persona puede entregar armas obtenidas ilegalmente sin consecuencia, si lo hace desde este lunes hasta el 8 de junio, una amnistía que incluye pistolas, munición, granadas u otro tipo de armas.