El jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha anunciado el control total de la ciudad ucraniana de Bakhmut, el foco de la batalla más larga y sangrienta de la guerra.
Para realizar el comunicado, Prigozhin ha optado por un vídeo en el que aparece con el uniforme de combate frente a sus combatientes, portando banderas rusas y pancartas de Wagner. "Hoy, a las 12 del mediodía, Bakhmut ha sido tomado por completo", ha pronunciado el líder mercenario. Acto seguido ha anunciado que sus fuerzas se retirarán de Bakhmut a partir del 25 de mayo para descansar y volver a entrenar. "Tomamos por completo toda la ciudad, de casa en casa", ha sentenciado.
Prigozhin se ha burlado del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el mismo día en el que participan en una reunión del G7 en Japón, donde la guerra en Ucrania era el tema principal. "Hoy, cuando veas a Biden (refiriéndose a Zelenski), bésalo en la parte superior de la cabeza, salúdalo de mi parte", ha dicho Prigozhin.
El líder de los mercenarios también ha arremetido contra Putin, echándole en cara las innumerables pérdidas humanas en sus filas debido a la falta de apoyo y de suministros por parte de Rusia. A principios de este mes, amenazó con retirar a sus tropas después de publicar un comunicado furioso contra el ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Debido a la burocracia rusa y los "caprichos" de Shoigu y el jefe de personal, Valery Gerasimov, "murieron cinco veces más muchachos de los que deberían", ha dicho.
La inteligencia de defensa británica ha dicho que era "altamente probable" que Rusia hubiera desplegado varios batallones para reforzar el sector de Bakhmut, después de las ganancias tácticas de Ucrania en los flancos de la ciudad. Los servicios británicos aseguran que esto representaba un "compromiso notable por parte del mando ruso".
"Es probable que los líderes de Rusia sigan viendo la captura de Bakhmut como el objetivo de guerra inmediato clave que les permitiría reclamar cierto grado de éxito en el conflicto", han dicho en Twitter.
El propio Prigozhin ha reconocido que Bakhmut, una ciudad de 70.000 habitantes antes de la guerra, no tenía importancia estratégica, pero adquirió una gran importancia simbólica para ambos bandos debido a la gran intensidad de los combates y la magnitud de las pérdidas.
Ucrania lo desmiente
Kiev ha negado inmediatamente que sus fuerzas hayan abandonado la ciudad: la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, ha afirmado que continúan "fuertes combates" aunque admitió que "la situación es crítica".
"No obstante, nuestras fuerzas mantienen la defensa del barrio Samoliot" ha asegurado, al señalar que los defensores de la ciudad "controlan algunas instalaciones industriales y de infraestructura en esta zona y en el sector privado".
El portavoz del mando oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Serhiy Cherevaty, fue más categórico al afirmar que "esto es mentira. Nuestras unidades combaten en Bakhmut".
En los últimos días la batalla de Bakhmut se convirtió en una especie de carrera en dos frentes: mientras dentro de la urbe las fuerzas de Wagner avanzaban cada vez más al oeste y tomaban paulatinamente los últimos barrios, las fuerzas ucranianas obligaron a retirarse de sus posiciones a varias unidades regulares rusas que debían mantener los flancos de la ciudad.