En abril de 2019, un grupo de pescadores noruegos se encontró con un compañero de viaje inesperado. En la isla de Ingoya emergió del agua una ballena beluga blanca, con una cámara enganchada, proveniente de una base militar rusa en Murmansk. Este martes, la misteriosa beluga ha reaparecido en Suecia, lo que ha ahondado en las especulaciones de que se trata de una espía entrenada por Rusia.
Así, la ballena habría estado vagando lentamente durante los tres últimos años por la costa de Noruega, nación perteneciente a la OTAN y fronterizo con Rusia. Sin embargo, en los últimos meses habría acelerado repentinamente para moverse hasta Suecia, país que, también en los últimos meses, está presionando para entrar en la OTAN ante la amenaza que representa Putin.
"No sabemos por qué ha acelerado tanto ahora. Podrían ser las hormonas, que la impulsan a encontrar pareja. O podría ser la soledad, ya que las belugas son una especie muy social y podría estar buscando a otras ballenas beluga, dijo Sebastian Strand, biólogo marino de la organización OneWhale, a 'The Guardian', tras la aparición de la ballena este domingo en Hunnebostrand, costa suroeste de Suecia.
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Strand explicó que la edad probable de la ballena es entre 13 y 14 años, un período en que "sus hormonas están muy altas". Esto contrasta con el desconcertante hecho de que se cree que la ballena no ha visto una sola beluga desde que llegó a Noruega en 2019 y de que "se está alejando muy rápidamente de su entorno natural", ya que las belugas más cercanas están en el archipiélago de Svalbard, cerca del polo norte.
Ballena espía
Cuando el grupo de pescadores noruegos encontró a la beluga en la isla de Ingoya reparó en que portaba un extraño arnés enganchado a su cabeza con una cámara Go Pro pequeña, manejable y resistente al agua. En los cierres de plástico, el arnés llevaba impresas las palabras "Equipo San Petersburgo".
Audun Rikardsen, biólogo marino, declaró a la BBC que el arnés "se había apretado firmemente en torno a su cabeza, enfrente de sus aletas pectorales y con hebillas". Rikardsen aseguró que estas belugas son "muy inteligentes" y "bastante sociables", y que pueden ser sometidas a un entrenamiento, como los perros.
La CNN también habló con Jorgen Ree Wiig, otro biólogo marino que opinaba que la beluga podría haberse escapado de una base militar rusa en Murmansk, a unos 400 kilómetros de donde apareció, y donde Rusia tiene la base naval de su flota del Norte. Añadió que estos animales podrían ser utilizados para tareas de vigilancia o búsqueda.
A raíz de estas sospechas, el coronel ruso -ahora en la reserva- Viktor Baranets alegó que, si estuvieran utilizando el animal para labores de espionaje, no adjuntarían un número de teléfono móvil con el mensaje 'llame a este número'".
Lo que sí reconoció es que Rusia entrena a delfines en Sebastopol (Crimea) para tareas como atacar a buceadores, adherir minas a barcos extranjeros, o analizar el fondo marino para proteger una zona del mismo.
El mar de Barents, además, es un área geopolítica estratégica donde se monitorean los movimientos de submarinos occidentales y rusos. También es la puerta de entrada a la Ruta del mar del Norte, que acorta los viajes marítimos entre los océanos Atlántico y Pacífico.
En cambio, las ballenas beluga, que pueden alcanzar un tamaño de más de seis metros y vivir entre 40 y 60 años, generalmente habitan las aguas heladas alrededor de Groenlandia, el norte de Noruega y Rusia.