El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha realizado este jueves una visita sorpresa Jersón, al sur del país, después de la voladura de la presa de Nova Kajovka, ubicada a 60 kilómetros río abajo de la ciudad, y que ha provocado multitud de inundaciones en toda la región en los últimos dos días.
"Viaje de trabajo a la región de Jersón. He mantenido una reunión de coordinación sobre la resolución de las consecuencias de la explosión de la presa Kajovka. Se discutieron muchos temas importantes", informó Zelenski a través de un mensaje en Telegram.
El presidente se reunió con su equipo para evaluar la situación y las posibles soluciones tras la que Ucrania ha calificado como "la mayor catástrofe provocada por el hombre en décadas".
El gobernador regional de Ucrania, Oleksandr Prokudin, ha dicho que unos 600 kilómetros cuadrados de la región están bajo el agua, y que Ucrania ha evacuado hasta ahora a casi 2000 personas.
Asimismo, se sabe que tres personas murieron en la orilla derecha del río Dniéper, controlada por Ucrania, tras la voladura de la presa, mientras que las autoridades interpuestas por Rusia en las zonas ocupadas -margen izquierda- han comunicado que, al menos, han muerto cinco personas a ese lado.
"La situación operativa en la región como consecuencia de la catástrofe, la evacuación de la población de las zonas potencialmente inundables, la eliminación de la emergencia causada por la explosión de la presa, la organización del soporte vital de las zonas inundadas, han sido temas tratados", dijo Zelenski, que visitó el punto de Jersón donde los residentes han sido evacuados.
"Asimismo, las perspectivas de restauración del ecosistema de la región y la situación militar operativa en la zona de la catástrofe provocada por el hombre. Es importante calcular los daños y asignar fondos para indemnizar a los residentes afectados por la catástrofe y desarrollar un programa para compensar las pérdidas o reubicar las empresas dentro de la región de Jersón", añadió el presidente ucraniano.
En este sentido, otro de los peligros señalados por la Cruz Roja, a quien Zelenski ha acusado hoy de no intervenir en la zona ocupada, son las minas flotantes próximas a las aldeas. Estas minas, arrancadas y dispersadas por las aguas de la crecida de la presa de Kajovka, podrían suponer una grave amenaza para la población civil durante décadas.
Operaciones secretas
Apenas 48 horas después de una explosión que ha sido altamente beneficiosa para Rusia, principal señalada como culpable, y que ha supuesto una auténtica catástrofe humanitaria, las Fuerzas de Operaciones Especiales ucranianas revelaron hoy que desde hace meses realizan acciones militares secretas en las islas del Dniéper.
Según el comunicado de este componente del ejército ucraniano, las islas del río en la provincia ucraniana de Jersón constituyen una "zona gris" que ha sido "escenario durante varios meses seguidos" de una "guerra silenciosa entre el ejército ucraniano y los ocupantes rusos por la supremacía en el Dniéper".
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El objetivo de Ucrania con estas operaciones, por tanto, es disputarle a Rusia el control de este río que delimita en el sur de Ucrania el territorio que controla cada bando. La fuente añade que Rusia utilizó su presencia en la margen oriental para intentar hacerse con el control de las islas del río, llevando a cabo misiones de inteligencia, minando el territorio y estableciendo posiciones y observación.
Las fuerzas especiales ucranianas, para evitarlo, actuaron mediante el uso de drones y el despliegue de pequeños grupos de operaciones.
El comunicado, publicado en Telegram, va acompañado de un vídeo, grabado en invierno y publicado meses después para garantizar la "seguridad de la operación", con imágenes nocturnas de una de esas acciones secretas.