La primera parada de la gira de Ursula von der Leyen para elevar las relaciones entre la UE y América Latina a una nueva dimensión ha chocado con las quejas de Brasil. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha protestado ante la jefa de la Comisión Europea por las nuevas exigencias en materia medioambiental que Bruselas quiere introducir en el acuerdo de libre comercio con Mercosur. "Debe prevalecer la confianza mutua, no la desconfianza ni las sanciones", le ha espetado en una comparecencia conjunta en Brasilia.
El pacto de libre comercio entre la UE y Mercosur se cerró de forma provisional en junio de 2019 tras 20 años de negociaciones, pero desde entonces ha quedado varado por las reticencias de los dos bloques. En Europa, Francia e Irlanda (que quieren proteger a su industria cárnica) son los que más insisten en imponer nuevas garantías medioambientales.
El Ejecutivo comunitario ha enviado a los países de Mercosur una propuesta de instrumento adicional de sostenibilidad (centrado en combatir la deforestación) y está a la espera de recibir una contraoferta. El Gobierno de Pedro Sánchez espera avances importantes en la cumbre que los dos bloques celebrarán en Bruselas a principios de julio, en presidencia española.
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"Le he transmitido a la presidenta Von der Leyen las preocupaciones que tiene Brasil sobre el instrumento adicional al acuerdo con Mercosur presentado por la UE, que aumenta las obligaciones para Brasil y hace a Brasil objeto de sanciones en caso de incumplimiento del acuerdo. Entre los socios estratégicos debe prevalecer la confianza mutua, y no la desconfianza ni las sanciones", ha afirmado Lula.
El presidente de Brasil quiere además renegociar el acuerdo de Mercosur para dar marcha atrás en la liberalización de la contratación pública, ya que considera que este capítulo constituye un instrumento necesario para desarrollar su política industrial nacional. Finalmente, Lula se ha quejado de las "leyes extraterritoriales" aprobadas por la UE que pueden restringir las importaciones desde Brasil. Una referencia a la norma comunitaria que prohibirá la importación de café, soja y aceite de palma que causen deforestación.
Von der Leyen le ha contestado que la UE está dispuesta a escuchar las inquietudes de Mercosur sobre este instrumento de sostenibilidad con el fin de introducir mejoras. La presidenta ha defendido el acuerdo de libre comercio con el argumento de que se trata de un "compromiso a largo plazo" y una "plataforma para el diálogo" y ha dicho que su objetivo es finalizarlo "lo antes posible, como muy tarde a final de año".
La comparecencia conjunta de Von der Leyen y Lula ha dejado también al descubierto sus diferencias por lo que se refiere a la guerra en Ucrania. El presidente de Brasil ha defendido apostar por la paz y evitar una mayor escalada del conflicto y sus "enormes riesgos". "No hay solución militar para este conflicto. Necesitamos más diplomacia y menos intervenciones armadas en Ucrania, Palestina o Yemen", ha defendido Lula, que pide a Occidente aplicar la misma vara de medir a todos estos conflictos.
Por su parte, la presidenta de la Comisión ha agradecido a Brasil que haya votado a favor de las resoluciones de la ONU que condenan la invasión de Rusia y ha insistido en que la actuación del Kremlin constituye una grave amenaza a los principios del derecho internacional, la soberanía y la integridad territorial. Von der Leyen le ha trasladado además a Lula que la UE apoya el plan de paz del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La gira de la presidenta de la Comisión por América Latina continúa este martes en Buenos Aires, donde se reunirá con el presidente argentino, Alberto Fernández. El miércoles, Von der Leyen llegará a Santiago de Chile para encontrarse con Gabriel Boric. Finalmente, el jueves la alemana estará en Ciudad de México, donde mantendrá una bilateral con el presidente Andrés López Obrador.