El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha anunciado este miércoles que el país ya ha comenzado a recibir armas nucleares tácticas de Rusia. Esta afirmación contradice las declaraciones de Vladímir Putin, quien aseguró que las armas no llegarían hasta el próximo mes.

Durante una entrevista con una reportera de televisión rusa, ha detallado que las armas atómicas que están por llegar son "tres veces más poderosas" que las utilizadas por Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki en 1945, y tienen la capacidad de acabar instantáneamente con un millón de personas.

Aunque Putin ha afirmado que Moscú mantendrá el control sobre el uso de estas armas, Lukashenko ha dejado claro que no dudaría en emplearlas si Bielorrusia se enfrenta a una agresión. En declaraciones publicadas por su oficina el martes, Lukashenko afirmó: "Dios no quiera que me vea obligado a tomar la decisión de usar estas armas hoy, pero no vacilaría si nos enfrentamos a una agresión".

Vladimir Putin y Alexander Lukashenko durante su reunión en Sochi, Rusia este junio. Gavriil Grigorov Efe

El armamento que Rusia está enviando a Bielorrusia son armas nucleares de corto alcance diseñadas para destruir tropas y armamento enemigo en el campo de batalla. Sin embargo, Lukashenko ha señalado que su país ya tiene las instalaciones necesarias para albergar armas nucleares de largo alcance, así como misiles balísticos intercontinentales, en caso de ser necesario.

Este anuncio preocupa especialmente a la comunidad internacional porque Rusia ha mencionado varias veces la posibilidad de usar armas nucleares tácticas durante el conflicto en Ucrania, una declaración que ha sido fuertemente criticada por Estados Unidos, Europa, China e India.

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Lukashenko resaltó que fue él quien personalmente pidió a Putin que desplegara armas nucleares rusas en Bielorrusia para prevenir posibles agresiones. De todos modos, es un gran paso para Rusia, ya que es la primera vez desde el colapso de la Unión Soviética que traslada armas de este tipo fuera de su territorio. Este hecho demuestra el fortalecimiento de los vínculos entre Rusia y Bielorrusia, que se han fortalecido aún más después de que el Kremlin ayudase a sofocar las protestas masivas que siguieron a las elecciones presidenciales en 2020 que Lukashenko manipuló para mantener el control. 

En medio del conflicto en Ucrania, ambos países, aislados por Occidente, se han acercado aún más. Esto se evidencia en cómo Bielorrusia ayudó a Moscú en su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 y ahora está albergando armas nucleares rusas en su territorio. Moscú, que ha estado aumentando su influencia y control sobre Bielorrusia, trata de convertir a Bielorrusia en un estado títere, e incluso hay rumores que sugieren que Rusia podría estar barajando anexionarse Bielorrusia.