La estrategia de seguridad de Alemania cumplirá con la OTAN pero sin dañar sus intereses en China
El documento, el primero de la historia del país, señala al gigante asiático como "socio, competidor y rival sistémico", pero no menciona a Taiwán a pesar de ser un gran desafío para la seguridad global.
15 junio, 2023 03:24Tras 15 meses de negociaciones internas y un importante retraso en la publicación por el estallido de la guerra de Rusia en Ucrania, el Gobierno tripartito de Alemania ha presentado finalmente este miércoles la primera Estrategia de Seguridad Nacional de la historia del país. El objetivo es claro: tener las herramientas necesarias para responder a los nuevos riesgos militares, económicos y sociales que se presentan "en un mundo cambiante".
Es cierto que al inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, ya anunció el comienzo de una nueva era, un cambio de rumbo -conocido como Zeitenwende- en la política exterior y de defensa. Así, tras décadas de desarme, el parlamento aprobó el mayor gasto militar de los últimos 80 años y modificó las reglas de exportación de armas para poder enviar ayuda al ejército de Kiev.
Ahora, en el documento, de 76 páginas, se recoge explícitamente el compromiso de destinar el 2% del PIB en Defensa para cumplir así con los objetivos de la OTAN, hasta ahora incumplidos. No obstante, la promesa tiene fecha de caducidad, ya que se detalla que sólo se hará "durante un período de varios años". En cualquier caso, eso se traduce en que todos los departamentos, a expeción del de Defensa tendrán que ahorrar gastos en el presupuesto de 2024, según recoge el diario Die Welt.
La estrategia ha sido presentada por Scholz, pero también por la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock (Verdes), el ministro de Finanzas, Christian Lindner (FDP), el ministro de Defensa, Boris Pistorius (SPD), y la responsable de la cartera de Interior, Nancy Faeser (SPD).
Todos los departamentos han participado en su desarrollo, por lo que el plan no sólo abarca el ámbito militar; también incluye aspectos relacionados con la migración, el suministro de materias primas, la seguridad energética o alimentaria y el cambio climático. No obstante, no se detalla qué retos son prioritarios abordar ni qué medios y recursos concretos se van a emplear para abordar cada uno de los desafíos.
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Como era de esperar, en el ámbito internacional, el texto sitúa a Rusia como "la mayor amenaza para la paz y la seguridad" del bloque euroatlántico. Ahora bien, el apartado que mayor expectación había generado era el relacionado con China, uno de los principales socios comerciales y el más incómodo de Alemania.
China como socio, competidor y rival
En general, el tono hacia el gigante asiático es crítico, ya que se le acusa -siguiendo la línea del Concepto de Seguridad de la Alianza Atlántica- de "tratar de remodelar de varias maneras el orden internacional existente basado en reglas", "de reclamar cada vez más agresivamente la supremacía regional" y "de estar actuando repetidamente en contradicción con nuestros intereses y valores". Asimismo, el documento afirma que "China está utilizando deliberadamente su poder económico para lograr objetivos políticos".
A pesar de ello, Berlín define a Pekín como socio, competidor y rival sistémico. Y es que actualmente las importaciones y exportaciones de China en Alemania alcanzan los 300.000 millones de euros, lo que convierte a la potencia asiática en el principal socio comercial del país germano, además de un mercado esencial para las grandes empresas alemanas como las automovilísticas Volkswagen o BMW.
Quizá por esta dependencia el Gobierno alemán haya decidido omitir en la Estrategia de Seguridad Nacional a Taiwán, la isla autogobernada que China reclama como suya y que ya ha anunciado que pretende controlar, aunque para ello tenga que usar la fuerza. "Es interesante que no se mencione a Taiwán, probablemente el mayor desafío de seguridad en los próximos años", ha explicado Noah Barkin, analista de Rhodium Group, a la agencia Reuters.
No obstante, hay expertos que sugieren que este programa es en realidad un punto de partida. "Un enfoque general sistémico", en palabras de Scholz, que irá concretándose y ampliándose con otras estrategias secundarias todavía por desarrollar.
En este sentido, el Ejecutivo alemán todavía tiene tiempo para definir mejor cómo quiere que sea su relación con Pekín en los próximos años. Y es que se espera que el 5 de julio se presente una estrategia específica para China. Pero antes de eso, Scholz se reunirá en Berlín con el primer ministro chino, Li Qiang, en una cumbre que, tras la presentación del plan de defensa será, cuando menos, incómoda.