El Gobierno de Francia ha desplegado este miércoles a unos 2.000 policías en el suburbio parisino de Nanterre tras una noche de violencia que se saldó con 31 detenidos a raíz de la muerte de Naël, un adolescente de 17 años que ha muerto tiroteado a manos de un policía durante un control de tráfico.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, compareció esta mañana ante los medios para anunciar un dispositivo excepcional "para mantener el orden público" en un mensaje en el que ha apelado a la calma y a esperar los resultados de la "verdad judicial", que espera lleguen "lo más rápidamente posible".
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 8:30 horas del martes, cuando el joven de 17 años recibió un disparo en el pecho en un control. En un primer momento, la Policía denunció un intento de atropello, pero un vídeo ha desmentido esta versión y un agente permanece detenido por su presunta responsabilidad en un delito de homicidio, según la Fiscalía de Nanterre.
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La noche de protestas se saldó con unos 40 vehículos incendiados y las autoridades temen que se produzcan nuevos disturbios. También se han constatado otros incidentes, aunque de menor nivel a los de Nanterre, en otras áreas de la región metropolitana de París, según Franceinfo.
El Gobierno aboga entretanto por esperar al resultado de las pesquisas, al tiempo que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha compartido su "emoción" por este incidente durante la reunión del Consejo de Ministros, como ha explicado el portavoz gubernamental.
Por su parte, el alcalde de Nanterre, Patrick Jarry, pidió esta tarde que se "aclarasen cuanto antes las circunstancias de la tragedia", pidiendo "calma" a la población. El Ayuntamiento ha puesto a disposición de la Policía las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del lugar de los hechos.
Jarry, que ha trasladado sus condolencias a los seres queridos del fallecido, ha hecho un llamamiento "a todos y cada uno a la moderación y la dignidad, a pesar de la legítima emoción que suscita esta tragedia"