Atacan la casa del alcalde de L'Haÿ-les-Roses mientras dormían su mujer y sus dos hijos

La casa de Vicent Jeanbrun, alcalde de L'Haÿ-les-Roses, ha sido atacada en la madrugada de este domingo en una nueva noche de disturbios en toda Francia en protesta por el asesinato de Naël, un joven de 17 años, a manos de un policía en un control de tráfico. 

Jeanbrun ha denunciado que, sobre la 1:30 de la mañana, un grupo de personas se ha acercado a su casa -en la que no se encontraba- y han intentado prenderle fuego. En el domicilio estaban su esposa y dos hijos.

En las imágenes que han trascendido a través de las redes sociales se pueden ver las consecuencias del pequeño incendio que se produjo en su domicilio a consecuencia del ataque. Al intentar escapar y protegerse de los criminales, la mujer y uno de los hijos resultaron heridos, comunicó Jeanbrun.

"Anoche se alcanzó un hito en el horror y la ignominia. Mi casa fue atacada y mi familia fue víctima de un intento de asesinato. Mi determinación de proteger y servir a la República es mayor que nunca. No voy a dar marcha atrás", escribió en Twitter. 

Este viernes, el alcalde hizo proteger el ayuntamiento de L'Haÿ-les-Roses con alambre de púas para evitar que los manifestantes pudiesen atacar el edificio consistorial.

[Francia vive una "noche más tranquila" con actos de violencia esporádicos: al menos 719 arrestos]

Esta noche, al menos 719 personas fueron detenidas y 45 policías resultaron heridos en la quinta madrugada consecutiva de disturbios en Francia. "Noche más calmada gracias a la acción resuelta de las fuerzas del orden, que han efectuado 427 detenciones desde el comienzo de la velada", había señalado el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, a través de su cuenta de Twitter. 

Para tratar de mantener el orden, el Gobierno había decidido mantener el amplio dispositivo policial de 45.000 agentes desplegados en las calles, con especial presencia en lugares como Marsella y Lyon, que habían pedido refuerzos a la vista de la virulencia de los altercados que habían sufrido la noche precedente.