El jefe de la OTAN con más años de servicio, el socialista noruego Jens Stoltenberg, seguirá un año más al frente de la Alianza Atlántica. Los Estados miembros han aprobado este martes prorrogar su mandato por cuarta vez, hasta el 1 de octubre de 2024, ante la falta de consenso sobre los aspirantes a sucederle en un momento crítico marcado por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
"Honrado por la decisión de los aliados de la OTAN de extender mi mandato como secretario general hasta el 1 de octubre de 2024. El vínculo transatlántico entre Europa y América del Norte ha garantizado nuestra libertad y seguridad durante casi 75 años y, en un mundo más peligroso, nuestra Alianza es más importante que nunca", ha escrito Stoltenberg en su cuenta de Twitter.
La decisión de renovar el mandato de Stoltenberg, que ya se había filtrado la semana pasada, ha sido adoptada este martes en el Consejo Atlántico, que reúne a los embajadores de los 31 países miembros, y se ratificará en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra la semana que viene en Vilna (Lituania). El secretario general podrá presidir así la cumbre de Washington a mediados de 2024, en la que se conmemorará el 75 aniversario de la OTAN.
En la reunión de este martes, los aliados han agradecido al secretario general su "liderazgo" y su "compromiso", que "han sido fundamentales para preservar la unidad transatlántica a la hora de hacer frente a desafíos de seguridad sin precedentes", según ha informado la OTAN en un comunicado.
Stoltenberg lleva como secretario general de la OTAN desde 2014 gracias a múltiples prórrogas y había expresado su deseo de dejarlo. "Cuando se trata de mí, he dejado clara mi posición muchas, muchas veces. No tengo nada más que añadir. No busco una extensión y eso es lo que he dicho muchas veces antes", dijo la semana pasada.
Sin embargo, es la propia Casa Blanca de Joe Biden la que le ha pedido al noruego que se quede un año más, según desveló el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, que se había postulado para el cargo sin éxito. "Quizá quieren a un primer ministro", señaló en una entrevista a The Economist.
"Creo que el nuevo secretario general de la OTAN es el antiguo general de la OTAN. Y eso es bueno", dijo la semana pasada la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que también figuraba en las quinielas de candidatos, aunque con escasas posibilidades por su extrema dureza contra Rusia.
"Los debates sobre los posibles candidatos revelaron demasiadas tensiones. Es más fácil mantenerlo un año más, hace bien su trabajo y es muy leal a Estados Unidos", asegura un diplomático citado por el diario francés Le Monde.
A la recta final habían llegado dos aspirantes con posibilidades. Por un lado, el primer ministro holandés, Mark Rutte, que según The Economist era el favorito de Estados Unidos pero ha rechazado el cargo hasta en dos ocasiones.
La otra candidata potente era la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que hubiera sido la primera mujer al frente de la OTAN. Pero su país está lejos de cumplir el objetivo del 2% de gasto en defensa, lo que disgusta a los socios del Este.