Más de 3.000 palestinos huyen de Yenín tras el peor ataque de Israel sobre Cisjordania en 20 años
El martes el ejército israelí se retiró de la ciudad cisjordana tras un operativo militar que comenzó la madrugada del lunes y que dejó 11 muertos, 100 heridos, 3.000 desplazados y más de 120 arrestados.
5 julio, 2023 02:33La tarde del martes, el ejército de Israel empezó a retirarse de la ciudad palestina de Yenín, en Cisjordania, tras un operativo que ha durado dos días y que ha causado 11 muertos, más de 100 heridos y más de 3.000 personas desplazadas en previsión de que la violencia se recrudeciera. En una visita que realizó al checkpoint de Salem, cerca de Yenín, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que esta acción militar no era un hecho puntual, sino que continuarán "todo el tiempo que sea necesario para acabar con el terrorismo, no permitiremos que Yenín se convierta en un santuario del terrorismo".
Por su parte, el ministro de Defensa, Yaov Gallant, dijo que, gracias a la operación llevada a cabo en Yenín: "sabremos cómo duplicarnos en cualquier lugar, donde sea necesario. Cualquiera que intente perjudicar a ciudadanos israelíes pagará un precio".
Las incursiones del ejército de Israel en el campo de refugiados adyacente a la ciudad de Yenín –la tercera más poblada de Cisjordania– no son una excepción, y se han hecho más frecuentes en el último año. Sin embargo, la operación militar que se lanzó en la madrugada del lunes, y que terminó avanzada la tarde del martes, comenzó con un ataque aéreo antes de que entraran las tropas terrestres.
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El objetivo era confiscar armas, destruir los centros operativos de las milicias palestinas y detener a sus miembros, en concreto los de las Brigadas de Yenín, un grupo que ha ganado mucha fuerza en el último año.
Los bombardeos aéreos apenas habían ocurrido desde el final de la segunda intifada en 2005. Muchos consideran que este ataque es el peor desde la Operación Escudo Defensivo de abril de 2002, que duró diez días y se saldó con 52 muertos. El ejército israelí, desplegó unos dos mil soldados en la zona y había anunciado que la ofensiva podía continuar algunos días más. Se llevaron a cabo incursiones en casas y arrestos.
Las excavadoras arrasaron calles, carreteras y edificios de viviendas, además de causar daños a hospitales, mezquitas y una parroquia. La destrucción dejó a los vecinos sin agua, sin electricidad y sin líneas de comunicación en una zona que se cerró completamente y a la que el ejército israelí no permitía la llegada de recursos básicos o apoyo médico.
Espiral de violencia
Los sucesos de las últimas semanas han sido especialmente preocupantes en Cisjordania, incluyendo violentas incursiones del ejército israelí que han dejado muertos palestinos, violencia de los colonos contra los palestinos y disparos de palestinos a israelíes.
Ante esta situación, el sector más radical del gobierno de Netanyahu, compañeros de coalición conocidos por su nacionalismo radical, su apoyo a los colonos y sus ideas de anexión de Cisjordania, han presionado para lanzar un ataque a gran escala en territorio palestino. Aunque el gobierno justifica las acciones militares, como la que está teniendo lugar en Yenín, para acabar con los ataques a soldados o civiles israelíes, parece que la violencia en Cisjordania no hace otra cosa alimentar la espiral de violencia.
Este martes, un coche atropelló a varias personas en una calle en Tel Aviv y el conductor se bajó y acuchilló a los transeúntes hasta que un civil armado lo redujo a tiros. El ataque dejó ocho heridos, cinco de ellos en estado grave, que han sido trasladados a distintos hospitales de la ciudad. El autor, identificado por la Policía, era un palestino de Cisjordania que había entrado en territorio israelí sin permiso.
Refiriéndose a los hechos, el portavoz de Hamás, Hazem Kassem, declaró: "La heroica acción de Tel Aviv es la primera respuesta a los crímenes de Israel contra nuestro pueblo en el campo de refugiados de Yenín. Como ya ha dicho la resistencia [palestina]: Israel pagará el precio de sus crímenes". Por su parte, Khaled Al-Batsh, de la Yihad Islámica, otra milicia establecida en Gaza, elogió el ataque como "una respuesta inicial y natural de la resistencia ante lo que está ocurriendo en Yenín".
Por su parte, Netanyahu dijo: "Quien piense que un atentado así nos disuadirá de continuar nuestra lucha contra el terrorismo se equivoca. Simplemente no conocen el espíritu de Israel, no conocen a nuestro gobierno, a nuestros ciudadanos y a nuestros soldados". Desde el comienzo del año, y coincidiendo con los primeros seis meses del nuevo gobierno de Netanyahu, el conflicto ha visto una de sus peores cifras desde el final de la segunda intifada: 135 palestinos y 24 israelíes han muerto a causa de los enfrentamientos.