Bruselas

En un cambio radical de posición, el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, ha aceptado este lunes levantar su veto a la adhesión de Suecia a la OTAN gracias a la intermediación del secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg. Erdogan ha anunciado que enviará al Parlamento turco el protocolo de adhesión de Suecia para su ratificación lo antes posible.

El acuerdo se ha producido tras una reunión a tres bandas previa a la cumbre de Vilna entre Erdogan, Stoltenberg y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. Suecia se convertirá así en el Estado miembro número 32 de la OTAN en plena guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.

"Estoy contento de anunciar que el presidente Erdogan ha aceptado enviar el protocolo de adhesión de Suecia a la Gran Asamblea Nacional lo antes posible y trabajar estrechamente con la Asamblea para garantizar su ratificación", ha anunciado el secretario general de la Alianza Atlántica en rueda de prensa. No obstante, Stoltenberg no ha querido dar ninguna fecha exacta.

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"Completar la adhesión de Suecia a la OTAN es un paso histórico que beneficia la seguridad de todos los aliados de la OTAN en este momento crítico. Nos hace a todos más fuertes y seguros", ha subrayado el secretario general de la Alianza Atlántica.

En el encuentro, el primer ministro sueco se ha comprometido ante Erdogan a apoyar su candidatura para que Turquía entre en la UE, así como a promover la modernización de la unión aduanera entre Bruselas y Ankara, según figura en el comunicado conjunto aprobado al término de la reunión. Además, Estocolmo continuará la cooperación antiterrorista con Turquía y a la vez la OTAN crea por primera vez la figura de un coordinador en materia de lucha contra el terrorismo.

En un giro sorprendente, Erdogan había reclamado este lunes acelerar la adhesión de Turquía a la UE como contrapartida a cambio de desbloquear la candidatura de Suecia. Ankara logró el estatus de candidato a la adhesión al club comunitario en 1999 y empezó las negociaciones en 2005. Pero estas conversaciones se suspendieron en 2016 debido a la deriva autoritaria de Turquía tras el fallido intento de golpe de Estado contra Erdogan y están desde entonces en punto muerto.

La Comisión de Ursula von der Leyen se ha apresurado a señalar que la ampliación de la UE y de la OTAN "son procesos separados" que "no se pueden ligar". La entrada de Turquía en la Unión Europea dependerá de sus "méritos" y de su trabajo a la hora de cumplir las condiciones de adhesión.

El sí de Erdogan a Suecia se ha producido después de otro encuentro en Vilna con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Ambos mandatarios se han comprometido a "revitalizar" las relaciones entre la UE y Turquía, aunque sin detalles concretos sobre la adhesión. El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha recibido el encargo de preparar un informe sobre el futuro de las relaciones entre Bruselas y Ankara.

En una decisión histórica, Suecia y Finlandia solicitaron en mayo de 2022 entrar en la OTAN, poniendo fin a su tradicional política de neutralidad militar, en respuesta a la invasión de Ucrania por parte del Kremlin. Los aliados aprobaron su ingreso en el club en la cumbre de Madrid hace ahora un año. Finlandia completó su entrada el pasado mes de abril, pero Suecia se ha quedado descolgada porque ni Turquía ni Hungría han ratificado su protocolo de adhesión.

Erdogan acusaba al Gobierno de Estocolmo de dar cobertura en su territorio a activistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que está incluido en la lista negra de organizaciones terroristas de la UE. En la cumbre de Madrid, Turquía firmó un protocolo trilateral con Suecia y Finlandia para resolver esta cuestión, pero sostenía que los suecos aún no han cumplido su parte. Por su parte, Hungría no ha dado razones claras para su retraso en la ratificación.

En contraste, el secretario general de la Alianza Atlántica asegura desde hace días que Suecia sí ha cumplido todos los compromisos que asumió en Madrid. En particular, ha reformado su Constitución y ha aprobado nueva legislación antiterrorista, ha levantado el embargo de armas que tenía sobre Turquía y ha extraditado a militantes del PKK.