Los Bibby, la familia dueña del barco para inmigrantes en Reino Unido, traficaban con esclavos en el siglo XIX
Entre 1805 y 1806, tres barcos de la flota de John Bibby transportaron a un total de 737 africanos de su continente natal hasta las Américas.
23 julio, 2023 02:40El Bibby Stockholm, la barcaza que ha llegado a las costas de Inglaterra para alojar a 500 inmigrantes ilegales durante 18 meses, debe su nombre a una familia con historia en la industria naval británica: los Bibby. Dueña hoy de una gran empresa familiar que ofrece servicios marítimos y de infraestructuras en 16 países del mundo, esta estirpe fue en su día propietaria de tres barcos 'negreros' que transportaron a un total de 737 esclavos entre los siglos XVIII y XIX, según la base de datos Slave Trade.
El negocio millonario, que facturó 35,5 millones de libras (o 41 millones de euros) en 2021, lo fundó en 1807 John Bibby, un barquero de Lancashire que empezó a comerciar desde el puerto de Liverpool, bajo el nombre Bibby Line Group. Sin embargo, la participación del antepasado en actividades marítimas precede a ese año. Antes de 1807 ―mismo año en que el Reino Unido abolió la esclavitud―, el comerciante se había beneficiado de las rutas triangulares entre África, Europa y América, en las que se mercadeaba con materias primas, manufacturas y esclavos.
Entre 1805 y 1806, tres barcos de la flota de Bibby transportaron a un total de 737 africanos de su continente natal hasta las Américas en calidad de esclavos. El Harmonie retuvo en Angola a 250 personas, que fueron enviados a la Guayana británica en 1805. Un año más tarde, el Sally zarpó de Nigeria con otras 250 destinadas a Barbados, y el Eagle hizo lo propio con 237 cameruneses que arribaron a Kingston (Jamaica) para ser esclavizados.
El periodista argentino Bruno Sgarzini, que ha dado a conocer esta información a través de un tuit, ha considerado "paradójico" que, dos siglos más tarde, la familia Bibby siga lucrándose de negocios consistentes en transportar y alojar a personas a la fuerza. Una investigación de Corporate Watch, una cooperativa que indaga en las sombras de empresas británicas, ha compendiado las operaciones del imperio Bibby en las últimas décadas.
Los descendientes directos del empresario heredaron una naviera de más de 18 embarcaciones. Durante la Primera Guerra Mundial, los Bibby cedieron sus naves como buques hospitales y de transporte de marines británicos; y dos décadas después, en 1939, el Estado les requisó la flota en su integridad, que en aquel momento constaba de once barcos.
En 1976, se construyó el actual Bibby Stockholm, que la empresa convirtió en una barcaza de alojamiento en 1992. Entre 1994 y 1998, la nave se utilizó para albergar a personas sin hogar en Hamburgo. El cambio de milenio confirmó el propósito de la embarcación: en 2005, se dispuso como prisión flotante en Róterdam.
En los Países Bajos, el Bibby Stockholm fue escenario de violencia, explotación sexual e insalubridad para 220 personas, incluido un argelino que murió a bordo en 2008 por un problema del corazón que fue mal atendido.
Este año, la compañía, presidida por el descendiente Michael Bibby, ha arrendado la barcaza al Gobierno británico durante 18 meses, y ha ampliado la capacidad de la nave a 500 personas.
Los residentes de la embarcación de tres plantas y más de 200 camarotes permanecerán durante los próximos 18 meses en ella. "Técnicamente, los inmigrantes podrán abandonar la barcaza. Pero estarán sometidos a un alto grado de vigilancia y acordonados tras las vallas de la zona portuaria. Si salen, se espera que regresen antes de las 23:00, y la salida estará controlada por las autoridades", explica el informa de Corporate Watch.
La operación tiene como objetivo "poner fin a la entrada ilegal de inmigrantes a Reino Unido", según el primer ministro británico Rishi Sunak. La contratación del Bibby Stockholm pretende abaratar el alojamiento de los inmigrantes ilegales, que cuestan al Gobierno seis millones de libras esterlinas al día ―6,8 millones de euros―. Sunak también ha afirmado que el objetivo de la iniciativa es "evitar que Reino Unido se convierta en un imán" para quienes aprovecharse de los procedimientos de asilo.
Aunque el primer ministro ha prometido que "todos los alojamientos cumplirán con nuestras obligaciones legales", la medida de Westminster ha suscitado críticas. Sospechosos de que la instalación del Bibby Stockholm conlleve violaciones de los derechos humanos como las de Holanda, un total de 706 individuos y 91 organizaciones han mandado una carta abierta a Suella Braverman, ministra del Interior del Gobierno de Sunak. Se remiten a la experiencia de Holanda.
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"Alojar a personas en una barcaza ―que a nuestro juicio equivale a una prisión flotante― es moralmente indefendible, y amenaza con traumatizar a un grupo de personas ya de por sí vulnerables", ya que, para muchos solicitantes de asilo que se han visto obligados a cruzar el mar para llegar a las costas británicas, "el mar representa un espacio de mucho trauma", denuncia el comunicado.