Un avión cisterna Canadair que participaba en los esfuerzos por controlar y apagar un incendio forestal en la isla griega de Eubea se estrelló este martes en la falda de un monte cerca de la localidad de Platanistós, dijo a Efe una portavoz de los bomberos locales.
En el avión se encontraban dos personas (piloto y copiloto), según los medios locales. La comunicación con los dos pilotos se ha perdido. Hasta el momento no se ha informado sobre víctimas mortales del siniestro.
En un vídeo publicado por la televisión pública ERT se puede ver cómo el avión se estrella después de arrojar agua sobre el frente de fuego, y cómo segundos después se produce una gran explosión.
En otra filmación, difundida por la televisión privada Open, se pueden ver escombros del avión en el sitio del siniestro desde los cuales sale un denso humo. Varios equipos de bomberos y un helicóptero han acudido a la zona. Los bomberos llevan tres días luchando por controlar el gran incendio en la isla de Eubea.
Unas 20.000 personas tuvieron que abandonar sus casas y hoteles en Rodas durante el fin de semana cuando el fuego se extendió y llegó a los centros turísticos costeros en el sureste de la verde isla.
El turismo representa el 18% de la producción económica de Grecia y uno de cada cinco puestos de trabajo. En Rodas y muchas otras islas griegas, la dependencia del turismo es aún mayor.
El sur de Europa y el norte de África vuelven a vivir un verano avivado por los incendios forestales, que -por el momento- han dejado un trágico balance en Argelia con 34 personas muertas, en Grecia con incendios en varias islas y miles de personas evacuadas e Italia que lucha contra el fuego en la isla de Sicilia, donde el aeropuerto permanece cerrado por el avance de las llamas.
Las olas de calor, con elevadas temperaturas que se registran, junto al déficit de precipitaciones y la sequedad del suelo contribuyen, según los expertos, a provocar las condiciones adecuadas para que los incendios se propaguen más fácilmente en un verano que ha batido récords en los termómetros y augura mucho trabajo para los cuerpos de bomberos y equipos de lucha contra incendios.
A ello se suma el récord de la temperatura del agua del mar Mediterráneo que registra 28 grados, 4 grados más de lo normal en la zona del sureste de la Península ibérica, según la Agencia Estatal de Meteorología, o de los entre 2 y 3 grados por encima de lo normal en el golfo de Vizcaya; y la presencia de calima del Sáhara en varios periodos desde el inicio del verano.