La legalización del cannabis es un asunto difícil de tratar. El mayor debate en torno a este asunto se ha desarrollado siempre en Estados Unidos. Sin embargo, poco a poco, muchos países se han ido sentando a esta mesa para tomar decisiones que acercan su legalización. El último de ellos ha sido Alemania.
El gobierno de coalición que dirige el país ha aprobado esta semana en consejo de ministros un proyecto de ley para la "legalización controlada" del cannabis. Con esta iniciativa se pretende despenalizar la posesión de hasta 25 gramos y el autocultivo de tres plantas de marihuana por persona.
Este plan, impulsado por el socialdemócrata Karl Lauterbach, pretende ser un cambio importante en la política de drogas alemanas. El ministro de Sanidad manifestó su esperanza para que este proyecto supere el trámite parlamentario antes de que termine el año. "Creo que podemos hacer retroceder el mercado negro".
¿En qué consiste el nuevo plan aprobado por Alemania?
La nueva idea del gabinete es que los mayores de 18 años podrán adquirir hasta un máximo de 25 gramos de cannabis, y hasta 50 al mes, a través de asociaciones creadas para este fin. Sin embargo, para ello tendrán que ser miembros de estos grupos que deberán tener licencia para el cultivo.
Esta decisión del gobierno alemán ha llegado con la intención de poner fin al creciente mercado negro del cannabis que se ha desarrollado en los últimos años en el país. El ministro socialdemócrata ha explicado que, frente a otros modelos como el de Estados Unidos o el de Países Bajos, el que ellos quieren poner en marcha es más adecuado para poner freno al crecimiento de personas que acuden al mercado negro.
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Además, en este ámbito se produce una mayor incidencia de mezcla de sustancias tóxicas con altas dosis de THC. La intención que tiene el gobierno alemán es que la comercialización del cannabis se producirá a precio de coste, pero con una garantía de calidad total, a través de esas asociaciones con licencia. Lauterbach manifestó la expectativa de que los consumidores se decanten por esta opción y abandonen el mercado negro.
Estas asociaciones podrán contar con más de 500 miembros cada una para poder mantener un cierto control. Tendrán prohibido hacer publicidad. Otro de los límites del nuevo programa, y que están por decidir, son la cantidad de cannabis que se podrá consumir cuando se conducen vehículos. Este nuevo proyecto ha generado un enorme revuelo en Alemania, ya que se trata de un asunto muy polémico.
Las organizaciones de consumidores de cannabis consideran que los permisos que se han concedido son escasos, se quedan muy cortos y son demasiado estrictos. Por su parte, Tino Sorge, portavoz de temas sanitarios de la Unión Democristiana, considera que este programa puede traer consigo una pérdida de control.
"Con su proyecto de ley el Gobierno acepta tolerar el riesgo de la dependencia y de los peligros para la salud que implica el consumo de cannabis". Alemania es un país en el que el consumo de cannabis está extendido, pero que no arroja unos datos alarmantes. El 34,7% de los alemanes lo han consumido en algún momento de su vida, mientras que el 8,8% lo han hecho a lo largo del último mes.
El consumo de cannabis entre menores de edad
Sin embargo, el mayor problema al que se está enfrentando Alemania en materia de consumo cannabis es el aumento que se ha producido entre los jóvenes. Por ello, en paralelo al desarrollo de este proyecto se pondrán en marcha una campaña de concienciación a gran escala para alertar de los peligros del consumo de THC en niños y en adolescentes. El objetivo es que los programas de prevención tengan por fin el éxito esperado.
"Cada joven sabrá: si consumo cannabis de forma regular, estoy dañando mi cerebro, tendré más posibilidades de desarrollar brotes psicóticos, puedo tener trastornos de atención no reversibles...", aseguraba Karl Lauterbach.
El otro gran problema en relación al consumo de cannabis es su relación directa con la violencia. Desde el gobierno se apunta a que el 50% de los delitos vinculados a las drogas en Alemania están relacionados con esta sustancia: "Queremos limitar el consumo y hacerlo más seguro, pero no ampliarlo".
¿En qué situación se encuentra el cannabis en España?
En España, la Ley 17/1967 sobre drogas estupefacientes prohíbe el consumo y la producción de cannabis con fines recreativos. Sin embargo, en el año 2015 se aprobó una ley que permite el uso de cannabis con fines médicos y científicos, estableciendo un marco legal para su regulación. En nuestro país no existe el mismo problema que en Alemania, donde el mercado negro se ha disparado, por lo que no se prevé una legalización del consumo de cannabis con fines recreativos.
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Gracias a este cambio se creó un programa de investigación y uso compasivo que permite a algunos pacientes acceder a productos farmacéuticos a base de esta sustancia tan polémica, pero siempre bajo prescripción médica. No obstante, existen muchos obstáculos administrativos y, a la vez, poca disponibilidad en el mercado.
En paralelo a esta situación, algunas regiones como Cataluña o el País Vasco han promovido regulaciones locales que persiguen mejorar el acceso al cannabis medicinal, también llamado terapéutico. Gracias a ellos, algunos médicos pueden prescribir a sus pacientes productos relacionados con el cannabis.
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La regulación del uso del cannabis medicinal pertenece al Sistema Nacional de Salud y en su proposición original se declaraba que esta sustancia podía ayudar a mitigar el dolor y los efectos secundarios de los tratamientos de ciertas enfermedades, especialmente aquellas que fueran crónicas. España, a través de la comisión de Sanidad y Consumo, persigue una situación que ya está regulada en diez países de la Unión Europea.