Paul Whelan lleva cinco años pagando un error: en diciembre de 2018, mientras caminaba por Moscú, aceptó una memoria USB de un conocido. Este le aseguró que el dispositivo contenía fotos de la boda de su hermano, razón por la que se encontraba de viaje en Rusia. A los pocos minutos, varios agentes de seguridad rusos se aproximaron. Alegaban que el pendrive contenía información clasificada del Kremlin, y lo arrestaron por espionaje. Hoy, Whelan cumple una condena de 16 años en un campo de trabajo forzado de tiempos soviéticos.
Esta semana, un vídeo difundido por RT ha revelado por primera vez las condiciones en las que vive el exmarine americano en la cárcel donde está interno desde su juicio en 2020. Las imágenes, rodadas en mayo, muestran al recluso junto a otros condenados, cosiendo a máquina y sentado en la cafetería. Los documentos han motivado a la Casa Blanca a desempolvar el caso de Whelan, insistir en su inocencia de Whelan y pedir de nuevo su liberación inmediata.
El ciudadano estadounidense ―que también posee pasaporte británico― no estaba dispuesto a hablar ante las cámaras de RT, y repetía que no concede entrevistas. El medio ruso alega que Whelan firmó una autorización para figurar en un reportaje sobre él, y asocian que su negativa a declarar responde a la presión de diplomáticos occidentales. Sin embargo, no se ha confirmado la veracidad del documento.
El hermano de Whelan, David, agradeció el martes al canal ruso que publicó las imágenes "porque aunque vuestros reportajes son la peor clase de propaganda y sois portavoces de criminales de guerra, al menos he podido ver el aspecto de Paul después de todos estos años". Desde EEUU, David Whelan ha visto durante el último años cómo dos conciudadanos encarcelados mucho después que su hermano eran liberados gracias a acuerdos de intercambio de prisioneros entre Washington y Moscú.
Sin embargo, parece que Paul queda fuera de la política No Man Left Behind ("Nadie se queda atrás") con la que EEUU se compromete a salvaguardar la integridad de sus ciudadanos en el extranjero. La liberación de la jugadora de Brittney Griner en diciembre disipó las esperanzas de salir de la colonia penal de Mordovia en la que permanece: en ese momento, el secretario de Estado Anthony Blinken reconoció haber hecho "todas las ofertas posibles a nuestro alcance para lograr la liberación de Paul, pero no ha habido manera de traerlo a casa con Brittney".
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El compañero de celda de Whelan en Rusia, Anton Kruchkov, declaró en el reportaje de RT: "Cuando se enteró de la noticia, se disgustó mucho, porque pensaba que lo iban a intercambiar. Lo deseaba. Dijo muchas palabrotas, estaba muy enfadado. No esperaba que intercambiaran a una jugadora de baloncesto en su lugar. Ya había dicho que iba a marcharse. Tal vez alguien había venido, tal vez los cónsules se lo habían dicho. Ya estaba preparado para estar pronto en América. Estaba seguro de ello, ya se sentía libre. Pero hasta ahora no ha pasado nada. Aunque sigue esperando", confesó Kruchkov.
Este mes, Blinken ha hablado por teléfono con Whelan. La administración ha afirmado en repetidas ocasiones que está haciendo todo lo posible para traerlo de vuelta a casa. Pero el pasado 19 de agosto, Moscú volvió a rechazar un posible intercambio. En estos momentos, Rusia también retiene al ciudadano estadounidense y periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, también acusado de espionaje, que puede ser condenado a 20 años de prisión. Gershkovich, el primer periodista de EEUU encarcelado en Moscú por espía desde la Guerra Fría, fue detenido a finales de marzo en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales.
El gobierno de Biden denuncia que Whelan ha sido víctima de una "detención injusta", un término jurídico que significa que los cargos son infundados y que se le acusó principalmente por ser ciudadano estadounidense. Tras la publicación de los vídeos de este martes, la portavoz de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre expresó a los reporteros: "Ha sido reconfortante ver que sigue, como dice su hermano, 'incólume'. Paul sigue mostrando un tremendo coraje", apreció. Y sentenció: "Rusia debería liberarlo inmediatamente".