Al menos 51 personas, entre ellas un niño de seis años, han muerto este jueves en un nuevo ataque ruso contra una zona residencial de un pueblo del distrito de Kupiansk, en la provincia de Járkov, en el noreste del país. Según las autoridades locales, otras siete personas han resultado heridas durante el ataque, uno de los más mortíferos de los últimos meses.
Ha sido el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha denunciado lo sucedido desde Granada, ciudad a la que ha viajado para participar en la cumbre de la Comunidad Política Europea junto a otros casi 50 jefes de Estado y de Gobierno. "Un crimen brutal de Rusia, un ataque con misil contra una tienda de productos alimentarios, un acto totalmente deliberado de terrorismo", ha escrito el mandatario en su cuenta de Telegram.
Posteriormente, el gobernador de la región de Járkov, Oleg Synehubov, ha detallado que el bombardeo, perpetrado con un misil Iskander a eso de las 13:15 hora local en la aldea de Groza, ha sido contra una cafetería y una concurrida tienda de alimentos. "Los rescatistas continúan trabajando en el lugar", ha señalado Synehubov en las redes sociales.
Por su parte, el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko, ha explicado en la televisión pública del país que los residentes de la pequeña aldea de Groza, en la que apenas viven unos 330 habitantes, se habían congregado en la cafetería bombardeada tras asistir a un funeral. "En esta conmemoración había varias personas de cada familia, de cada hogar. Es una tragedia terrible", ha añadido Klymenko en su mensaje.
Zelenski en Granada
Apenas un par de horas antes, Zelenski había pedido a los socios europeos reunidos en Granada más ayuda militar para proteger sus infraestructuras energéticas durante el invierno. En concreto, el mandatario solicitó defensas antiaéreas que permitan proteger, sobre todo, a los territorios más cercanos a la línea del frente.
Durante su discurso inicial, el líder ucraniano también advirtió de que Rusia atacará otros países -incluidos Estados miembros de la UE como los bálticos- si no es derrotada en Ucrania. "Los datos de nuestra inteligencia son claros. Rusia está intentando congelar la situación y adaptarse. Está aprendiendo de sus errores y preparándose para avanzar", alertó el presidente ucraniano.
En esta línea, según explica Juan Sanhermelando en este periódico, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, prometió a Zelenski el envío de nuevos sistemas de defensa aérea y antidrones, así como equipos de desminado. "España seguirá apoyando las capacidades ucranianas para defender sus ciudades, infraestructuras energéticas y puertos", aseguró Sánchez durante la conversación con su homólogo ucraniano.