Un nuevo ataque ruso contra la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania y cerca de la frontera con Rusia, ha matado este viernes por la mañana a un niño de 10 años y a su abuela, cuyos cuerpos han sido encontrados entre los escombros.
"Un niño de 10 años fue encontrado bajo los escombros; desgraciadamente, el niño ha muerto", ha informado el jefe de la Administración Militar de la zona, Oleg Siniegubov. Horas más tarde se ha confirmado que junto al menor se ha hallado el cuerpo sin vida de su abuela. Otras 28 personas, entre ellas un bebé de 11 meses, resultaron heridas. Este bebé es otro de los nietos de la abuela fallecida.
Este ataque se produce sólo unas horas después de uno de los ataques rusos más mortíferos desde el inicio de la guerra contra una zona residencial de Járkov y que dejó este jueves al menos 51 muertos, entre ellos un niño de seis años, por el impacto de un misil Iskander.
Poco antes del ataque de este viernes, alrededor de las 7.00 hora local (4.00 GMT), Siniegubov había informado de dos impactos de proyectiles rusos en dos distritos de la ciudad de Járkov, la segunda más grande del país después de Kiev y una de las urbes más castigadas por los bombardeos de Rusia.
Según el jefe de la Administración Militar de la región, los proyectiles provocaron daños en edificios y vehículos, algunos de los cuales se incendiaron.
La condena de Zelenski
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha condenado este ataque ruso con misiles de alta precisión Iskander.
"Han matado a un niño. Tenía 10 años. Mis condolencias a la familia y a sus allegados", ha escrito Zelenski en su cuenta de Telegram. El presidente ucraniano también tuvo palabras de aliento para las personas heridas.