Alemania es un país en el que los escándalos políticos tienen una repercusión especial por culpa de su pasado. Especialmente si estos tienen que ver con la ultraderecha. Por ello, el último acontecimiento que ha paralizado el país, con intervención policial, incluida ha generado tanto revuelo.
Las autoridades se vieron obligadas este sábado a detener un concierto en la localidad alemana de Ückendorf, al oeste del país. Tenían la sospecha de que se estaba empleando este evento para difundir contenidos de extrema derecha y para enaltecer ideologías que en Alemania afectan de una manera especial.
Varios medios alemanes han informado sobre lo ocurrido incidiendo en la seriedad del suceso. La Policía de Gelsenkirchen confirmó los hechos y apuntó que se habían cursado varias denuncias por incitación al odio y se incautó material donde se podían confirmar las intenciones políticas de las personas al mando del concierto.
Escándalo en Alemania por un concierto en el que se difundían mensajes de ultraderecha
La localidad alemana de Ückendorf se ha convertido en protagonista por un lamentable acontecimiento que ha generado preocupación entre los vecinos de la zona. Un concierto de lo que parecía ser una banda de rock terminó siendo un evento de enaltecimiento de ideas de ultraderecha y de simbología anticonstitucional.
La Policía de Gelsenkirchen, la encargada de llevar la investigación de lo sucedido, se vio obligada a interrumpir este concierto ante los avisos de lo que parecía ser una concentración política de ultraderecha. Tras la redada, las autoridades informaron a través de un comunicado que se habían cursado denuncias contra dos individuos por incitación al odio.
Además, se incautaron varios CD con contenidos presuntamente ultraderechistas. Otra de las personas que estaba implicada fue denunciada por mostrar una insignia de una organización anticonstitucional. También se produjeron algunas pequeñas cargas donde varias personas mostraron su resistencia a las autoridades. Varios agentes recibieron agresiones y se registraron infracciones contra la ley de armas y de estupefacientes.
Se calcula que en el concierto participaron 78 personas, las cuales fueron expulsadas todas. Ahora, la Policía investiga si se han cometido infracciones administrativas por falta de permisos para llevar a cabo este supuesto concierto. Herbert Reul, ministro del Interior del "Land" de Renania del Norte - Westfalia, definió así lo sucedido: "Lo que se cantaba allí era puro odio, acoso y desprecio de personas".
El político mostró su repulsa y su odio hacia lo sucedido y hacia este tipo de reuniones que pretenden mover de manera oculta entre la sociedad valores propios de ideologías extremas: "El enaltecimiento del pasado nacionalsocialista alemán no puede subir a escena entre nosotros. Por eso hemos puesto fin al concierto. Ante los enemigos de la democracia, el Estado no se tapa los ojos o los oídos".
Tal y como han publicado varios medios alemanes, el concierto interrumpido por la Policía era un espectáculo no permitido de una banda que acostumbra a mostrar su ideología nazi y que se llama Sturmwher.