La OTAN promete "mantener el rumbo" en Ucrania pese a signos de fatiga y divisiones internas

El nuevo Consejo OTAN-Ucrania celebra este miércoles en Bruselas su primera reunión a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, con el objetivo de escenificar el apoyo "inquebrantable" de la Alianza Atlántica al Gobierno de Volodímir Zelenski en la guerra de agresión desencadenada por Rusia, que cumple ya 651 días. Un apoyo que cada vez muestra más síntomas de fatiga y divisiones internas y que ha quedado eclipsado por el nuevo conflicto entre Israel y Hamás.

Al encuentro asiste de forma presencial el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, que ya ha anunciado que pedirá a los aliados "desarrollar un complejo industrial-militar europeo y euroatlántico" con el fin de garantizar la seguridad en Europa frente a la amenaza del Kremlin. Kuleba ya ha mantenido este martes un encuentro bilateral con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, al que ha agradecido el apoyo de España a que la UE inicie las negociaciones de adhesión con Kiev.

Kuleba también se ha reunido con el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al que le reclama también la apertura de negociaciones de entrada, así como la aprobación del duodécimo paquete de sanciones contra Vladímir Putin, el uso de los activos rusos congelados para la reconstrucción de Ucrania, la ayuda macrofinanciera de 50.000 millones de euros y la aprobación de un fondo de 20.000 millones de ayuda militar que sirva como disuasión a largo plazo frente a Moscú.

[Bruselas recomienda iniciar las negociaciones con Ucrania para su entrada en la UE]

"La mejor garantía de seguridad es la entrada de Ucrania en la Unión Europea", ha dicho no obstante el ministro de Asuntos Exteriores. Sin embargo, todas estas decisiones están en el aire por la amenaza de veto del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, al que podría sumarse el nuevo líder populista eslovaco, Roberto Fico. La victoria del ultra Geert Wilders en Países Bajos, que también cuestiona la ayuda a Ucrania, amenaza con agravar todavía más las divisiones internas en la UE y en la OTAN.

"Los Estados miembros de la OTAN deberían repensar su fallida estrategia en Ucrania", ha defendido en Bruselas el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó. Budapest insiste en que se debe hacer todo lo posible para garantizar que la Alianza no sea parte del conflicto y evitar una confrontación directa entre la OTAN y Rusia.

Hungría y Turquía son los dos únicos miembros que consideran que es preferible un acuerdo diplomático para poner fin a la guerra. Pero existe consenso entre los aliados en que es "impensable" que Ucrania entre en la OTAN en este momento porque eso "correría el riesgo de desencadenar una Tercera Guerra Mundial, según ha relatado Szijjártó.

"El conflicto en Gaza ha ocupado un lugar prioritario en la agenda internacional, pero quería garantizar al ministro Kuleba que no nos está distrayendo de nuestro apoyo inequívoco y firme a Ucrania. Ciertamente prestamos atención a la situación en Gaza, pero no olvidamos lo que está pasando en Ucrania. Rusia intenta explotar la tragedia en Gaza para infligir más destrucción y sufrimiento en Ucrania", ha explicado Borrell tras su reunión con el jefe de la diplomacia ucraniana.

El Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad asegura no ver "ningún signo de que los Estados miembros tengan fatiga", pese a que así lo ha reconocido en privado la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. "Estoy seguro de que los Estados miembros seguirán apoyando a Ucrania porque es un asunto existencial para nosotros, no podemos permitirnos cansarnos", ha insistido.

"Es nuestra obligación proporcionar a Ucrania las armas que necesita. Porque sería una tragedia para los ucranianos si gana el presidente Putin, pero también sería peligroso para nosotros. Porque entonces el mensaje para todos los líderes autoritarios -no sólo en Moscú, sino también en Pekín- sería que cuando violan el derecho internacional, cuando invaden otro país, cuando usan la fuerza, obtienen lo que quieren", ha dicho el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante su rueda de prensa de este martes en Bruselas Reuters

"Por eso, tenemos que mantener el rumbo. Se trata también de nuestros intereses de seguridad", insiste Stoltenberg. A las crecientes divisiones internas en la UE sobre Ucrania se añade además el bloqueo en el principal aliado, Estados Unidos, donde el paquete de 60.000 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania propuesto por la Casa Blanca de Joe Biden está en el limbo por la oposición de algunos republicanos en el Congreso.

"Confío en que Estados Unidos seguirá brindando apoyo, porque hacerlo redunda en su propia seguirdad. Y también está en línea con lo que hemos acordado (en la OTAN)", ha insistido Stoltenberg. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, se ha limitado a reafirmar en Bruselas su apoyo a Ucrania mientras hace frente a la guerra en Rusia, sin aclarar cómo se desbloqueará la financiación.

Aunque en la OTAN y en la UE cunde el desánimo por el estancamiento de la contraofensiva ucraniana y se teme que la guerra podría prolongarse "muchos años", la tesis imperante sigue siendo que corresponde al Gobierno de Kiev decidir cuándo y cómo se sienta a negociar un alto el fuego con Moscú. El propio Kuleba confirmaba este martes que no ha recibido presiones de los aliados para entrar en conversaciones de paz.

Por su parte, tanto Stoltenberg como Borrell se han esforzado por destacar en público los avances ucranianos. El jefe de la diplomacia europea ha puesto en valor la reapertura de la ruta marítima para la exportación de cereales a través del Mar Negro. Por su parte, el líder de la OTAN ha señalado que el Gobierno de Kiev ha liberado el 50% del territorio que Rusia ocupó al principio de la guerra y ha sobrevivido como Estado independiente.

"Debemos recordar el punto de partida: el punto de partida fue que la mayoría de los expertos, y también nosotros, temíamos que Ucrania iba a caer en cuestión de semanas", ha señalado Stoltenberg.

"Y sí, la línea del frente no se ha movido mucho. Y, por supuesto, nos gustaría que liberaran la mayor cantidad de territorio posible lo más rápido posible. Pero aunque la línea del frente no se ha movido, los ucranianos han podido infligir grandes pérdidas a los invasores rusos, tanto en personal como en destrucción de capacidades de combate", destaca el secretario general de la OTAN.