El ex primer ministro británico Boris Johnson ha concluido este jueves una declaración de dos días en la investigación sobre la gestión de la pandemia de Covid-19, en la que ha admitido que su Gobierno "subestimó" el riesgo que planteaba el coronavirus, si bien ha defendido su iniciativa para que la población retornase a la hostelería.
En la primera jornada de su declaración, Johnson manifestó su pesar por "el dolor, la pérdida y el sufrimiento" experimentados por las víctimas de la covid-19, algunas de las cuales protestaron en su contra a las puertas del recinto, y se disculpó por "el dolor y la ofensa" causados a los que padecen covid prolongado por su afirmación de que los síntomas eran "tonterías" y comparables al "síndrome de la Guerra del Golfo".
El que fuera jefe del Ejecutivo entre 2019 y 2022 admitió ante la exjueza Heather Hallett que "incuestionablemente se cometieron errores" en la gestión de la pandemia, aunque sostuvo que en ese momento todo el mundo hizo lo que pudo. Aseguró que "asume la responsabilidad" por las decisiones tomadas, como la fecha del primer confinamiento, el 23 de marzo de 2020 -que otros testigos han dicho que fue demasiado tarde-, y la falta de protección en las residencias de ancianos, según informa Efe.
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También reconoció que, al principio de la epidemia, entre enero y febrero de 2020, ni él ni su equipo "atribuyeron suficiente credibilidad" a las proyecciones científicas sobre muertes ni percibieron el riesgo real que suponía la Covid-19.
Aceptó que su "mentalidad" en ese momento, "al igual que la mentalidad de la abrumadora mayoría de los ministros y funcionarios en Whitehall (donde se ubican los principales edificios gubernamentales en Londres), no registró el grado de alarma que hubiera debido".
Johnson adujo que "la gente no computó las implicaciones de las cifras", basadas en lo que estaba sucediendo ya en países como China e Italia, y no se le presentó a él "hasta mucho más tarde como un asunto de preocupación nacional". "Deberíamos habernos dado cuenta; deberíamos haberlo hecho, colectivamente, mucho antes. Debería haberme dado cuenta", dijo.
Frente a testimonios previos de que él dudó antes de imponer el encierro, Johnson rebatió que pretendía "poner a prueba" esa posible nueva política (en alusión al confinamiento) y sopesar "los argumentos a favor y en contra".
El ex primer ministro, acusado de incompetente por antiguos colaboradores como su asesor Dominic Cummings, negó también haberse tomado un "largo" periodo de vacaciones en febrero de 2020 y aseguró que estuvo trabajando en privado.
Sí admitió que se equivocó al aparecer en televisión dando la mano a pacientes de covid pero explicó que su intención era mostrarse animoso ante el virus, por el que él mismo fue ingresado en abril de 2020.
Su defensa
Dijo "no estar seguro" de si sus decisiones llevaron a un exceso de muertes en el Reino Unido -uno de los países europeos más afectados, con 232.112 decesos certificados- y señaló que "no ayudó" a limitar la cifra el hecho de que en el país haya "mucha gente mayor y esté densamente poblado".
Además, este jueves ha defendido una de las medidas que aplicó el Gobierno en el verano de 2020 tras el confinamiento, el llamado 'Eat Out to Help Out', que animaba a la gente a cenar en bares y restaurantes, con la ayuda de descuentos, a fin de incentivar la economía, pero que luego fue cuestionado sobre si ayudó a incrementar los casos de la covid.
"No creo que pensara que ese plan en sí mismo fuera una apuesta particular en ese momento y ciertamente no me lo presentaron como tal, ni estoy seguro de que haya evidencia muy sustancial de que efectivamente aumentó el R (número reproductivo del virus)", dijo.
"El país había hecho un esfuerzo enorme, bajamos la R por debajo de uno, que la enfermedad ya no se propagaba como antes", por lo que "era posible abrir" el sector de la hostelería. Cuando se aplicó el "Eat Out to Help Out", tenía sentido que los restaurantes "tuvieran algunos clientes", subrayó.
La investigación oficial, que puede durar años, no identificará a culpables sino que emitirá recomendaciones de cara al futuro, que los Ejecutivos no estarán obligados a adoptar.