¿Dónde está Navalny? El gran opositor de Putin desaparece antes de un traslado a otra cárcel rusa

"Aún no sabemos dónde está", ha denunciado este lunes Kira Yarmysh, la secretaria de prensa de Navalny, a través de la red social X. Al parecer, los funcionarios de la prisión rusa han anunciado a los abogados del opositor que "el prisionero ya no está en la lista de reclusos", pero se han negado a decir a dónde ha sido trasladado... o tan siquiera si ha sido trasladado. 

El Kremlin ha afirmado este martes que desconoce el paradero del opositor ruso. "No, nosotros no tenemos ni intención ni posibilidad de conocer la suerte de los presos y los pormenores de su estancia en las correspondientes instituciones penitenciarias", ha dicho Dmitri Pesko, portavoz presidencial, en rueda de prensa.

El pasado agosto Navalny, de 47 años, fue condenado a 19 años de cárcel tras ser acusado de "apoyar al extremismo". Un fallo que extendió la pena de once años de prisión que ya cumple por, supuestamente, cometer fraude a través de su plataforma, destinada a luchar contra la corrupción del Gobierno de Vladímir Putin. Este lunes, el opositor ruso debía comparecer ante un tribunal por videoconferencia, pero su intervención fue cancelada por -según han alegado los funcionarios de la prisión- "problemas de electricidad". 

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Esto, junto a que el equipo legal de Navalny llevaba días sin poder comunicarse con él, ha hecho saltar todas las alarmas. Sobre todo porque su estado de salud es delicado. Al parecer, sus principales asesores llevan semanas preparando su traslado a una colonia de "régimen especial", el grado más severo en el sistema penitenciario de Rusia.

Por norma general, el traslado de prisioneros a través del vasto territorio de Rusia se hace por ferrocarril y puede llevar semanas. En ocasiones, los abogados y los familiares no tienen ninguna información sobre la ubicación y el bienestar del reo hasta que llega a su destino. El problema es que nadie del entorno del disidente ruso sabe con certeza si Navalny está de camino o no a una nueva prisión. "Intentaremos ir a todas las colonias que haya y buscarlo", ha indicado Yarmysh a la agencia Reuters. 

Que Navalny se haya esfumado del sistema penitenciario de Rusia ha despertado los peores presagios. Entre otras cosas porque en 2020, el opositor ruso fue envenenado con Novichok, un agente nervioso de la era soviética. Un intento de asesinato en el que, según una investigación conjunta de CNN y Bellingcat, estuvo implicado el Servicio de Seguridad Ruso (FSB). Rusia siempre ha negado su participación. 

"En este momento está completamente solo y está literalmente en manos de personas que una vez intentaron matarlo. No sabemos qué harán. Por eso es tan importante hablar de él y tratar de encontrarlo lo antes posible", ha señalado la secretaria de prensa. 

El mejor momento para Putin

Su desaparición coincide con el inicio del periodo de campaña para las elecciones presidenciales rusas, una convocatoria en la que Vladímir Putin confirmó el viernes que se presentará a otro mandato de seis años. "0% de coincidencia y 100% de control político manual directo por parte del Kremlin", ha denunciado el asistente Leonid Volkov, en X. "Para Putin no es ningún secreto quién es su principal oponente en estas 'elecciones'. Y quiere asegurarse de que la voz de Navalny no sea escuchada", ha añadido. 

Lo cierto es que durante años, Navalny fue un gran quebradero de cabeza para el presidente ruso. Organizó protestas callejeras contra el Gobierno y utilizó las redes sociales y sus plataformas para destapar numerosos casos de corrupción del régimen. 

Tras conocerse que el político está en paradero desconocido, la Casa Blanca se ha pronunciado al respecto. "Estamos profundamente preocupados", ha señalado el portavoz de seguridad nacional de Estados Unidos John Kirby en declaraciones recogidas por Reuters. "Debería ser liberado inmediatamente. En primer lugar, nunca debería haber sido encarcelado", ha matizado. Posteriormente, el Departamento de Estado ha enviado un comunicado en el que indica que el Gobierno ruso es responsable de "todo lo que le pase a Navalny".