El presidente ruso, Vladimir Putin, lanza una nueva amenaza: la creación de un distrito militar al noroeste de Rusia, en el área conlindante a Finlanda, tras el ingreso de éste a la OTAN. Según señaló Putin, "habrá problemas". No obstante, el mandatario ha querido destacar que "Rusia no tiene ningún interés ni geopolítico, ni económico, ni militar en combatir con los países miembros" de la Alianza Atlántica. Algo que, asume, "no puede ser comprendido por todos". 

Vladimir putin quiso recalcar que su crítica incluye a Estados Unidos, al que llamó "único dueño de la OTAN", considerando el bloque militar como "su patio trasero". A pesar de la crítica, de nuevo hizo hincapié en que "No tenemos con ellos ningún contencioso territorial ni albergamos el deseo de estropear las relaciones con ellos". Todo lo contrario, el Kremlin está interesado "en desarrollar las relaciones" con esos países, que apoyan desde un principio a Ucrania en su guerra con Rusia.

Joe Biden también salió a relucir. Para el líder ruso, las acusaciones del presidente de EEUU de que Rusia se dispondría a atacar a la Alianza Atlántica son una "soberana tontería". "Yo creo que el presidente Biden también lo entiende, y es sólo una figura retórica para justificar su errática política hacia Rusia", señaló.

Mirando al pasado, Putin acusó a Occidente de buscar la desintegración de la Federación Rusa después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, ya que nadie necesita un país tan grande, con tantos recursos naturales. De esa forma, Rusia "no tendrá ni peso ni voz y no podrá defender sus intereses nacionales como lo hace el Estado ruso unido", aseveró.

"Tendrán que encontrar puntos de encuentro con nosotros, ya que deberán tenernos en cuenta", insistió el líder ruso, quien asegura que el mundo está cambiando y que Occidente está dejando de ser el único poder hegemónico.

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También admitió haber pecado de "ingenuidad" en los primeros años de mandato al frente del Kremlin al pensar que los antiguos enemigos de la URSS entenderían que Rusia es otro país, que el "antagonismo ideológico" había terminado y que había que renunciar a la política de "confrontación".

Putin, que lleva en el poder desde el año 2000 y recibirá el domingo el apoyo del partido del Kremlin a su candidatura a la reelección en los comicios presidenciales de 2024, aseguró esta semana en su primera gran rueda de prensa de la guerra que no habrá paz en Ucrania hasta que Rusia logre los objetivos que se marcó en febrero de 2022.