Francia rindió hoy un último homenaje a Jacques Delors, que durante diez años fue presidente de la Comisión Europea (1985-1995), en un acto solemne en París con la presencia de una decena de mandatarios europeos. En la ceremonia, el presidente francés, Emmanuel Macron, destacó su labor como "reconciliador" de Europa.

El presidente francés, que pronunció el discurso fúnebre en los Inválidos con el féretro de Delors -fallecido el pasado día 27 de diciembre a los 98 años- en el centro del enorme patio del complejo militar, destacó el papel que tuvo al frente de la Comisión Europea (CE) para "reconciliar los pueblos" y "reconciliar Europa con su futuro".

"El rostro de la Europa de hoy, Jacques Delors contribuyó a configurarla trazo a trazo", afirmó Macron, que desgranó algunas de sus principales realizaciones durante los dos mandatos al frente del Ejecutivo comunitario.

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Habló del mercado único que con el Acta Única que entró en vigor en 1987 instauró la libre circulación de bienes, personas y capitales; de la Unión Económica y Monetaria que daría lugar al euro, para la que "sentó las bases"; de los programas de cohesión para las regiones menos avanzadas económicamente; o del programa Erasmus "para que nuestra juventud se conociera".

Hizo avanzar Europa como pocos

El jefe del Estado francés insistió en que Delors "hizo avanzar como pocos nuestro continente" que "rara vez ha progresado tanto".

Afirmó que al frente de la CE impulsó "una Europa consciente de la necesidad de ampliarse" por la voluntad de reunificación con el antiguo bloque soviético, pero también "deseosa de reformarse" para ser "una Europa más soberana, más fuerte, que encuentra su identidad".

Entre los asistentes al homenaje hubo jefes de Estado y de Gobierno de países europeos, empezando por los presidentes de Alemania, Frank-Walter Steinmeier y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

El féretro de Jacques Delors y una imagen suya en Los Inválidos, en París, este viernes. Reuters

También estaban los primeros ministros de Países Bajos, Mark Rutte; Hungría, Viktor Orban; Croacia, Andrej Plenkovic; Bélgica, Alexander de Croo; Eslovenia, Robert Golob; Bulgaria, Nikolai Denkov; y Luxemburgo, Luc Frieden. España estuvo representada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

En cuanto a las instituciones europeas, acudieron a París la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

También antiguos responsables de esas mismas instituciones, como los expresidentes de la Comisión Romano Prodi y José Manuel Durao Barroso, o los expresidentes del Parlamento Europeo Enrique Barón y Pat Cox.

Reconciliar

Durante la ceremonia, en la que se escucharon tanto el himno francés, La Marsellesa, como el europeo, Macron recordó la trayectoria de Delors en la política francesa, que empezó relativamene tarde, y siempre con la guía que le había dejado su padre, antiguo combatiente en la Primera Guerra Mundial y mutilado, de que había que "reconciliar".

Contó que, aunque desde su juventud se había implicado en la acción sindical desde su sensibilidad "humanista" y "cristiana", sus primeros pasos en política los dio en el gabinete del primer ministro gaullista Jacques Chaban-Delmas (1969-1972).

Se integró en el Partido Socialista (PS) que lideraba François Mitterrand en 1974, formación a la que -siempre según Macron- aportó "un nuevo reformismo" que le ayudó a operar un cambio para asumir la economía de mercado.

Precisamente en 1981 cuando llegó al Elíseo, Mitterrand nombró a Delors ministro de Economía y Finanzas y desde ese puesto, señaló el actual presidente francés, no sólo tomó "medidas difíciles pero eficaces contra la inflación", sino que consiguió resistir a las presiones de ese Gobierno de izquierdas para desmarcarse de las reglas europeas.

"Fue una de sus grandes obras de reconciliación -resumió-: reconciliar el socialismo de gobierno con la economía social de mercado".

Macron se refirió igualmente a cómo en diciembre de 1994, cuando terminaba su segundo mandato en Bruselas, renunció a la carrera por la presidencia francesa pese a las esperanzas que había generado en una parte de la izquierda, y eso por "una fidelidad absoluta con sus ideas". El jefe del Estado francés describió la biografía de Delors como la de "un hombre honesto".