El Consejo Constitucional francés anuló este jueves más de un tercio de los artículos de la polémica ley de inmigración, incluido el delito de estancia irregular, el endurecimiento del acceso a las prestaciones sociales o el establecimiento de cuotas migratorias anuales. Las restricciones al reagrupamiento familiar, la imposición de una fianza a los estudiantes extranjeros o las restricciones al llamado derecho de suelo figuran también entre las medidas reprobadas.
Un total de 37 artículos de la ley, referida a los migrantes extracomunitarios, han quedado anulados total o parcialmente por el Consejo Constitucional, 32 de ellos por razones formales. Entre las partes derogadas están las cláusulas introducidas por los legisladores de ultraderecha durante un turbulento proceso parlamentario. La mayoría de ellas, por razones de procedimiento, se refieren al endurecimiento de las condiciones para la reagrupación familiar de los inmigrantes, la ciudadanía por derecho de nacimiento y el acceso a las prestaciones sociales.
La decisión supondrá un alivio para el presidente Emmanuel Macron, que había hecho del proyecto de ley un pilar fundamental de su segundo mandato. Aunque había defendido su aprobación en el Parlamento, Macron, que carece de mayoría, se sintió avergonzado por el apoyo que recibió del partido de extrema derecha de Marine Le Pen, la Agrupación Nacional, mientras los legisladores conservadores endurecían su contenido. Macron había remitido la legislación al Consejo, junto con otros tres grupos.
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El ministro del Interior, Gerald Darmanin, acogió con satisfacción la decisión, afirmando que había validado las propuestas iniciales del Gobierno. "Nunca un proyecto de ley ha incluido más medidas para expulsar a los delincuentes ni ha introducido requisitos más estrictos para la integración de los extranjeros", añadió Darmanin. El líder de la oposición de extrema derecha, Jordan Bardella, criticó la anulación por el Tribunal de varias de las medidas antiinmigración más duras del proyecto de ley.
"El Consejo Constitucional ha censurado las medidas más aprobadas por el pueblo francés. La ley de inmigración está muerta. La única solución es un referéndum sobre la inmigración", escribió Bardella en X.