Un hombre de 70 años, que había sido recientemente despedido de una naviera griega, ha matado esta mañana a tiros a la dueña de la empresa y a otros dos trabajadores, antes de suicidarse, en Glyfada, un barrio al sur de Atenas.
El sospechoso, según informan los medios locales, entró al edificio sobre las 10:20 horas locales de la mañana desde el garaje subterráneo de la sede de la naviera European Product Carriers y subió a la primera planta, donde disparó con una escopeta, según informó Efe.
Un equipo especial de la policía griega entró en el edificio sobre las 11:30 horas locales y encontró los cadáveres, así como a dos empleados que se habían escondido en el baño y que pudieron ser rescatados.
"Estábamos en nuestros escritorios trabajando y oímos disparos", dijo una empleada que no se identificó al medio Proto Thema. Asimismo, señaló que el atacante pidió a los empleados que se marcharan. "Es obvio que quería vengarse de los propietarios, porque gritaba a todos (los empleados) que se fueran”.
Otro testigo, identificado como trabajador de la empresa declaró a los periodistas a las puertas del edificio: "Oí los disparos, oí los dos primeros. Me dirigí hacia las escaleras para ver qué pasaba. Vi a dos tipos que bajaban y me dijeron: 'Es Aris con una pistola, está disparando'. Por supuesto, salí corriendo hacia el jardín, y salí por la puerta trasera del garaje".
El agresor fue hallado muerto en el sótano del edificio junto a una escopeta de caza, que se cree que utilizó en el tiroteo. La portavoz de la policía Konstantina Dimoglidou explicó esta mañana a la agencia Reuters que el tirador “estaba junto al arma de su acto ilícito y probablemente se había disparado a sí mismo”.
Según la policía, el pistolero era un antiguo empleado que había sido despedido recientemente. Los tiroteos, fuera de la actividad relacionada con las bandas, son poco frecuentes en Grecia, que tiene leyes estrictas sobre la tenencia de armas.