El opositor ruso Alexéi Navalny, líder de la oposición rusa y enemigo número uno del Kremlin, ha muerto este viernes en la cárcel rusa donde cumplía casi 30 años de condena.
Según la oficina central del Servicio Penitenciario Federal de Rusia, Navalny "se sintió mal este viernes durante un paseo y casi de inmediato perdió el conocimiento". Tras esto, varios equipos médicos de urgencia se desplazaron "de inmediato" a la Polar Wolf Prison, el infierno ártico que Putin reserva para sus enemigos, para atender a Navalny, que murió poco después.
"Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos constataron su muerte", señala un comunicado oficial que explica que una comisión de funcionarios de prisiones y médicos del aparato central de Moscú se dirigen a la cárcel para esclarecer el motivo de su muerte.
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Desde el Kremlin aseguran que no tienen información sobre las causas de la muerte de Navalny, de 47 años. "Los médicos tienen que aclararlo", ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, que ha confirmado que Vladímir Putin ya ha sido informado del fallecimiento. El equipo de abogados del líder opositor señala que "no tenemos forma de confirmar ni de demostrar que no es cierta" la infrmación de su muerte.
A la espera de que se conozcan las causas, desde hace casi un año los abogados de Navalny han denunciado en varias ocasiones que estaba siendo "envenenado" y que su salud se deterioraba cada vez más.
Hay que recordar que ya fue envenenado en agosto de 2020 con una sustancia usada en la producción de armas químicas y que pertenece al grupo del agente tóxico Novichok. Tanto él y los gobiernos occidentales lo atribuyeron al servicio de seguridad de Putin. El Kremlin siempre ha negado cualquier responsabilidad.
'Polar Wolf Prision'
Navalny repareció el pasado 25 de diciembre en la Polar Wolf Prison tras casi tres semanas en paradero desconocido y sin contacto con sus abogados.
Desde entonces sólo se ha sabido de él en dos ocasiones: una el día 26 de diciembre para decir que se encontraba "bien" y la última el 10 de enero en una vista judicial telemática. En esta última aparición, visiblemente demacrado, bromeó que su nuevo hogar es mejor que el anterior y lamentaba que "estoy demasiado lejos".
De hecho, este centro penitenciario se encuentra en la localidad de Jarp, a unos 2.000 kilómetros al noreste de Moscú o a 45 horas en tren desde la capital rusa. Fundada en 1961 en su emplazamiento se localizaba un gulag soviético (campo de trabajos forzados) es considerada una de las prisiones más lejanas de la civilización de toda Rusia.
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Navalny, que figuraba en la lista de individuos y organizaciones involucradas en activistas terroristas o extremistas en Rusia, fue detenido en enero de 2021 cuando regresó a Moscú desde Berlín, donde había estado recuperándose de un envenenamiento que él y los gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad de Putin.
En marzo de 2022 fue condenado a nueve años de prisión por un fraude de más de cuatro millones euros en donaciones entregadas a sus organizaciones. Su equipo de abogados siempre ha sostenido que Putin fabricó pruebas falsas para sustentar este encarcelamiento. En agosto de 2023 recibió otra condena de 19 años por apoyar el extremismo, que se sumó a otra de 2013 de dos años y medio por presunto desvío de fondos.
"Navalny está siendo envenenado"
En abril de 2023 el equipo de abogados de Alexéi Navalny ya denunciaba que se encontraba en un "misterioso" régimen de aislamiento y que podría estar siendo "envenenado" de nuevo.
"La preocupación por su salud es máxima y sufre graves dolores estomacales. Ha perdido ocho kilos de peso en tan solo dos semanas", dijo la portavoz de Navalny, Kira Yarmish, que denunció que Rusia no le proporcionaba ningún tipo de atención médica a pesar de haberla solicitado.
El entorno de Navalny creía entonces que el objetivo de este "lento envenenamiento" es que desapareciera poco a poco y así "atraer cada vez menos atención" por parte de la población y los medios de comunicación.
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La UE culpa al Kremilin
Las reacciones a la muerte de Navalny no se han hecho esperar. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha responsabilizado a Rusia de su fallecimiento.
"La Unión Europea considera al régimen ruso como el único responsable de esta trágica muerte", ha escrito en un mensaje en la red social X.
Michel destaca que Navalny luchó por los valores de la libertad y la democracia y que "hizo el último sacrificio por sus ideales". "Los combatientes mueren. Pero a lucha por la libertad nunca termina", continuó Michel.
Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se declaró este viernes "horrorizada" por la muerte Navalny y aseguró que "Rusia se ha llevado su libertad y su vida, pero no su dignidad".
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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha revelado que la muerte de Navalny es "un sombrío recordatorio de lo que son Putin y su régimen". También ha afirmado que Putin "no teme a nada tanto como a la disidencia de su propio pueblo" y se mostró "profundamente consternada y entristecida".
Desde la OTAN su secretario general, Jens Stoltenberg, considera que Rusia tiene "preguntas muy serias que responder" para esclarecer todos los hechos sobre lo sucedido.
"Ha sido brutalmente asesinado"
"Conmocionado" se ha mostrado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que considera que Navalny ha sido "injustamente encarcelado por el régimen de Putin por su defensa de los derechos humanos y la democracia". "Mis condolencias a su familia y amigos y a todos los que en Rusia defienden los valores democráticos y pagan por ello el más alto de los precios", ha escrito en redes sociales.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, también se ha hecho eco de la "terrible" noticia de la muerte del líder opositor ruso. "Navalny, el más feroz defensor de la democracia rusa, demostró un valor increíble a lo largo de su vida. Mis pensamientos están con su esposa y con el pueblo de Rusia, para quienes esta es una enorme tragedia", ha escrito en redes sociales.
Desde Letonia, su presidente Edgars Rinkēvičs califica la muerte de Navalny de asesinato. "Sea cual sea su opinión sobre Navalny como político, acaba de ser brutalmente asesinado por el Kremlin. Eso es un hecho y es algo que uno debe saber sobre la verdadera naturaleza del régimen actual de Rusia", ha afirmado.
Lo mismo ha hecho el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que afirma que "obviamente ha sido asesinado" porque a Putin no le importa quién muera con tal de mantenerse en el poder. "Es muy lamentable que Navalny haya muerto en una prisión rusa. Para mí es obvio: fue asesinado", ha dicho en una rueda de prensa tras reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, de viaje oficial en Múnich.