Los líderes de la OTAN son designados por consenso y requieren el respaldo de sus 31 miembros, o al menos la ausencia de oposición, por lo que el respaldo de Washington y Londres sería crucial, pero no sería suficiente.
Dos diplomáticos informaron a Reuters que Rutte cuenta actualmente con el respaldo de 20 miembros de la OTAN, aunque otro alto diplomático advirtió que aún no se había llegado a un acuerdo y que en cualquier momento podría surgir un nuevo candidato. Turquía y Hungría podrían estar en el listado de países que podrían ser reticentes a este nombramiento, aunque por el momento no se han pronunciado.
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, y el ministro de Asuntos Exteriores letón, Krisjanis Karins, también han expresado interés en el cargo principal de la OTAN, pero aún no han formalizado su candidatura. Otro posible candidato fue la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, aunque descartó la posibilidad el jueves.
Rutte, el primer ministro más longevo de los Países Bajos, ha mantenido buenas relaciones con diversos líderes británicos y estadounidenses a lo largo de su mandato, incluyendo a Trump. "Tenemos que trabajar con quien esté en la pista de baile", señaló Rutte el sábado, instando a los líderes europeos a dejar de quejarse, lloriquear y regañar sobre Trump, y en cambio, centrarse en lo que podrían hacer por Ucrania.
Bajo el liderazgo de Rutte, el gasto holandés en defensa se recortó durante los años de austeridad fiscal. Sin embargo, desde la invasión rusa de Ucrania, Países Bajos ha aumentado el gasto hasta alcanzar aproximadamente el 2% del PIB en 2024. Rutte ha sido durante mucho tiempo un feroz crítico del presidente ruso Vladímir Putin.