Por primera vez en dos años, Emmanuel Macron ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que los países aliados de Ucrania envíen sus propias tropas a ese país para impedir una victoria de Rusia. El presidente francés lanzó la idea de manera sutil ante una veintena de jefes de Estado y de Gobierno reunidos en el Elíseo el lunes. "No existe hoy un consenso para enviar de manera oficial, asumida, tropas de tierra, pero, según la evolución, nada puede excluirse", matizó el mandatario.
Sin embargo, sus palabras han provocado una ola de reacciones en el seno de la Unión Europea... y también de la OTAN. Los primeros en marcar distancia con Macron han sido Alemania, Suecia, Polonia y la República Checa. Este martes, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha descartado que sea una opción que se esté barajando y ha enfatizado que no hay visos de cambio en el futuro. "Lo que habíamos acordado juntos y entre nosotros también seguirá vigente en el futuro: que no haya fuerzas terrestres, que no haya soldados en suelo ucraniano que hayan sido enviados por Estados europeos o de la OTAN", afirmó.
En la misma línea se ha pronunciado el primer ministro polaco, Donald Tusk, que ha ratificado que su país "no considera enviar cuerpos de su ejército a Ucrania" y ha advertido que "no deberíamos especular sobre esto". También su homólogo checo, Petr Fiala, ha rechazado de pleno mandar soldados y ha abogado por "desarrollar los caminos de ayuda ya abiertos contra la agresión, para que [los ucranianos] puedan defenderse, y que los objetivos del régimen de Putin no se cumplan".
El secretario general de la organización militar, Jens Stoltenberg, también ha salido al paso este martes y ha recordado que no hay intención de enviar tropas a Kiev, que se encuentra actualmente en una posición defensiva tras la caída de Avdiivka en manos rusas. "Los aliados de la OTAN están proporcionando un respaldo sin precedentes a Ucrania. Lo hemos hecho desde 2014 y lo intensificamos tras la invasión. Pero no hay planes para tropas de combate de la OTAN sobre el terreno en Ucrania", ha zanjado.
Horas más tarde, la Casa Blanca ha indicado que tampoco planea enviar soldados. "El presidente Biden ha dejado claro que Estados Unidos no mandará tropas para luchar en Ucrania", ha dicho la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, mientras Biden se reunía con los principales legisladores norteamericanos para discutir cuestiones de financiación, incluida la ayuda a Ucrania bloqueada en el Congreso por los republicanos.
Rusia responde
Por su parte, Rusia no ha dudado en responder ante la posibilidad del despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania. Ha sido el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, quien ha indicado que "es necesario hablar de la posibilidad y de la inevitabilidad de que se produzca un conflicto superior" al actual si esto sucede. "Así es como lo abordamos nosotros", ha manifestado durante una rueda de prensa, según informaciones de la agencia rusa de noticias Interfax recogidas porEuropa Press.
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En este sentido, ha puntualizado que existe un claro riesgo de "recrudecimiento y conflicto directo con la OTAN si aparece una alianza militar en territorio ucraniano" y ha afirmado que "estos países deben evaluar y preguntarse si esto responde a sus intereses y al interés de sus ciudadanos".