El Parlamento de Francia aprobó este lunes la inclusión del derecho al aborto en la Constitución en una rara sesión conjunta de la Asamblea Nacional y el Senado en la antigua residencia real del Palacio de Versalles. Con esta medida, el país galo se convierte en el único país del mundo que protege claramente el derecho a interrumpir el embarazo en su legislación básica.
A través de este proyecto, se incluirá en el artículo 34 de la Constitución francesa que "la ley determina las condiciones en las que una mujer tiene garantizada la libertad de recurrir a un aborto". "Enviamos un mensaje a todas las mujeres: tu cuerpo te pertenece y nadie puede decidir por ti", indicó el primer ministro Gabriel Attal a los legisladores antes de la votación.
El proyecto ha sido acogido con entusiasmo por los grupos de defensa de los derechos de la mujer, aunque ha sido duramente criticada por los grupos antiabortistas. No obstante, el derecho al aborto goza de una gran aceptación en Francia. Según los sondeos, alrededor del 80% de los franceses apoyan el derecho de la mujer a abortar.
El aborto fue legalizado en Francia en 1975 en una ley impulsada por la entonces ministra de Sanidad Simone Veil, un icono de los derechos de la mujer al que se le concedió el honor de ser enterrada en el Panteón tras su muerte en 2018.
No obstante, la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en 2022 de revocar la sentencia Roe vs Wade, que reconocía el derecho constitucional de la mujer al aborto, impulsó a los activistas a presionar a Francia para que se convirtiera en el primer país en proteger explícitamente este derecho en su ley fundamental.
"Este derecho (al aborto) ha retrocedido en EEUU. Así que nada nos autorizaba a pensar que Francia estuviera exenta de este riesgo", declaró Laura Slimani, del grupo de defensa de los derechos Fondation des Femmes, a Reuters. "Hay mucha emoción, como activista feminista, también como mujer", añadió.
En una jornada histórica, cientos de activistas por el derecho al aborto se reunieron en el centro de París para aplaudir y vitorear mientras la Torre Eiffel mostraba el mensaje “Mon corps mon choix” (Mi cuerpo, mi elección) al anunciarse el resultado de la votación en una pantalla gigante.
La medida, sin embargo, no ha estado exenta de críticas. La líder de extrema derecha Marine Le Pen acusó a Macron de usar el debate para ganar puntos políticos, ya que “nadie está poniendo en riesgo el derecho al aborto en Francia”. Pascale Moriniere, presidenta de la Asociación de Familias Católicas, calificó la aprobación como “una derrota para las mujeres y, por supuesto, para todos los niños que no podrán ver el día”.