Tras muchas semanas de negociaciones agónicas, los Gobiernos de la Unión Europea han alcanzado este miércoles un principio de acuerdo para crear un fondo de 5.000 millones de euros que estará consagrado exclusivamente a financiar el envío de armamento a Ucrania durante este año 2024, con el fin de que pueda resistir a la agresión de Rusia.
Esta ayuda militar de la UE a Ucrania se aprueba en un momento crítico en el que la guerra está estancada y el Gobierno de Volodímir Zelenski tiene problemas para acceder a la munición que necesita. Además, en Estados Unidos, el paquete de ayuda de 60.000 millones de euros anunciado por la Casa Blanca de Joe Biden está bloqueado en el Congreso por los seguidores de Donald Trump.
El nuevo fondo para la compra de armamento se suma al paquete de ayuda financiera de 50.000 millones para Kiev que los líderes europeos aprobaron en su cumbre del 1 de febrero.
[La UE redirigirá a Ucrania 3.000 millones anuales de beneficios de los activos rusos congelados]
Además, la Comisión de Ursula von der Leyen tiene previsto presentar en los próximos días una propuesta legislativa con el objetivo de redirigir a Ucrania los beneficios generados por los activos del Banco Central de Rusia congelados en Europa. La presidenta quiere que este dinero se dedique también al suministro de ayuda militar, pero su propuesta choca con reticencias de países como Hungría.
El acuerdo sobre el fondo de 5.000 millones de ayuda militar ha sido posible después de que Alemania y Francia hayan levantando las reservas cruzadas que mantenían desde hace meses. Por un lado, el Gobierno de Berlín reclamaba que se le descontaran de su aportación al bote común europeo sus envíos bilaterales de armas a Kiev, los más cuantiosos de la UE en términos absolutos.
Por su parte, Francia exigía (con el apoyo de Grecia y Chipre) que el dinero europeo se destine exclusivamente a financiar la compra de armamento fabricado en suelo comunitario. Al final la presidencia belga del Consejo de la UE ha encontrado acomodo a las demandas de los dos bandos.
En todo caso, el acuerdo final es mucho menos ambicioso que la propuesta original que presentó el año pasado el jefe de la diplomacia de la UE. Josep Borrell defendía crear un fondo mucho más grande de 20.000 millones de euros para los próximos 4 años, con el objetivo de garantizar un apoyo militar a largo plazo a Kiev.
Tras el estallido de la guerra en Ucrania, Bruselas rompió en pocos días el tabú de no enviar armas a países en conflicto, movilizando el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. En los dos años transcurridos, la UE ha destinado 5.600 millones de euros del presupuesto comunitario a financiar la entrega de equipos militares a Kiev, en sucesivos tramos de 500 millones cada uno. Budapest mantiene su veto al último pago de 500 millones que estaba previsto para finales del año que viene.
El nuevo bote de 5.000 millones de euros se orquestará precisamente a través de una reforma del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. El objetivo es evidenciar el apoyo conjunto de la UE a Ucrania, al margen de las aportaciones bilaterales de armas que realiza cada Estado miembro. "La UE sigue decidida a brindar apoyo duradero a Ucrania y a garantizar que obtenga el equipamiento militar que necesita para defenderse", ha dicho la presidencia belga.