El barco Open Arms, de la ONG española del mismo nombre, ha llegado esta mañana del viernes frente a la costa de la Franja de Gaza tras 72 horas de travesía. Por la tarde, desde una milla de distancia, la tripulación de la nave ha comenzado a descargar parte de las 200 toneladas de alimentos (equivalentes a una millón de comidas) destinadas a aliviar la terrible situación humanitaria en la que se encuentra la población del enclave palestino desde el inicio de la operación militar israelí.
"Ya están descargando [la ayuda] a través de un camión grúa", han confirmado a la agencia Efe fuentes de la misión humanitaria, bautizada como Misión Safeena -barco, en árabe-. Se espera que la ayuda toque tierra en las próximas hora a través de un pequeño espigón construido ex profeso para este desembarco, ya que el territorio no cuenta con un puerto de aguas profundas.
El Open Arms, que partió el martes desde el puerto de Lárnaca, en Chipre, es el primer barco que abre el corredor marítimo que permitirá la entrada de arroz, harina, legumbres, atún y otros alimentos a Gaza. No obstante, aunque la operación está siendo, por el momento, un éxito, hay pocas esperanzas de que el envío de ayuda por mar sea suficiente para cubrir las necesidades más basicas de los ciudadanos de la Franja, que se enfrentan a una situación de hambruna calificada ya como una "catástrofe" humanitaria por Naciones Unidas.
[La hambruna acecha a Gaza y los muertos por malnutrición llegan a 25, la mayoría bebés]
Por este motivo, el gobierno gazatí, controlado por el grupo islamista Hamás, ha insistido en abrir vías terrestres para la distribución de ayuda por todo el enclave. Especialmente en el norte, donde se calcula que más de 700.000 personas están en riesgo de hambruna y ya han muerto 27 personas, la mayoría bebés, por malnutrición y deshidratación, según recoge la agencia Efe.
De hecho, la llegada de ayuda en camiones por algunos de los seis pasos fronterizos (cinco con Israel y uno con Egipto) es la opción más rápida, barata y accesible. Mucho más que el envío de ayuda por mar, o por aire, como se ha estado intentando en las últimas semanas a través del lanzamiento de paquetes con paracaídas desde aviones.