Bruselas admite por primera vez públicamente lo que era un secreto a voces: las negociaciones entre la Unión Europea y Reino Unido sobre el estatus de Gibraltar tras el Brexit se encuentran en punto muerto después de tres años y 18 rondas de diálogo. Así lo ha confesado uno de los vicepresidentes del Ejecutivo comunitario, el griego Margaritis Schinas, provocando la ira del ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
"En Gibraltar hay una negociación que dura más de lo que se esperaba. Nosotros hemos intentado ayudar porque parte de la negociación es cómo se controlará la Verja, el acceso de los trabajadores españoles, europeos, que entrarán en Gibraltar. Hay ideas: hemos ofrecido el papel de Frontex, que es una agencia europea, para asumir este tipo de responsabilidad. Nuestros amigos británicos creen que Frontex es muy europeo", ha relatado Schinas este jueves durante un acto en Sevilla.
"No creo que habrá resultado antes de las elecciones europeas. Y creo que algunos implicados en la negociación quisieron proyectar un cierto optimismo que en los hechos no está pasando así", ha señalado el vicepresidente de la Comisión. La última ronda negociadora entre la UE y Reino Unido -la decimoctava- tuvo lugar del 20 al 22 de marzo en Bruselas, sin que se registrara ningún avance concreto. El diálogo se desarrolla además con secretismo máximo.
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Las palabras de Schinas se han interpretado como un zasca en toda regla al propio Albares. El ministro de Exteriores ya en noviembre de 2022 vendió que el acuerdo sobre Gibraltar era inminente. Además, en su última reunión con el jefe de la diplomacia británica, David Cameron, Albares fijó las elecciones europeas de junio de 2024 como fecha tope para cerrar el pacto.
El ministro de Exteriores ha expresado su malestar por las declaraciones del vicepresidente, que ha tachado de "desafortunadas e incomprensibles" porque él "no se ocupa en absoluto del dossier del Acuerdo de Retirada con respecto a Gibraltar". "Espero que en adelante sólo el comisario encargado de esa negociación, que es Maros Sefcovic sea quien se pronuncie al respecto", ha señalado en una entrevista en RNE.
Albares ha trasladado personalmente su disgusto al propio Schinas y éste le ha respondido que "no era su intención, que lo lamentaba, que él no tenía toda la información y básicamente se ha disculpado", según la versión del ministro. El jefe de la diplomacia española ha hablado también con Sefcovic y ambos han coincidido que "las negociaciones (sobre Gibraltar) están avanzando a buen ritmo".
A última hora de la noche del jueves, la Comisión Europea ha publicado un extraño comunicado firmado conjuntamente por Albares y Sefcovic con el fin de desmentir a Schinas, aunque sin nombrarle.
"Las negociaciones entre la UE y el Reino Unido sobre Gibraltar avanzan según lo previsto. Estamos entrando en una fase delicada de las negociaciones. Por parte de la UE, las negociaciones las conduce la Comisión Europea bajo la responsabilidad política del vicepresidente ejecutivo Maros Sefcovic, que habla en nombre de la Comisión en este asunto", reza el brevísimo comunicado.
España y Reino Unido alcanzaron en Nochevieja de 2020 un acuerdo para derribar la Verja de Gibraltar una vez consumado el Brexit. El objetivo prioritario era facilitar el tránsito de los más de 10.000 trabajadores españoles que cruzan cada día la frontera y crear un "área de prosperidad compartida". Los controles se trasladarían al puerto y el aeropuerto del Peñón y los ejercería Frontex durante un periodo transitorio de cuatro años. En aras del pacto, Madrid y Londres decidieron aparcar su disputa sobre la soberanía del Peñón.
Este acuerdo tendría que haberse traducido rápidamente en un nuevo Tratado entre la Unión Europea y Reino Unido sobre el Peñón, negociado por la Comisión de Ursula von der Leyen. Sin embargo, las negociaciones entre Bruselas y Londres se han alargado de forma agónica, sin final a la vista.
Cuatro años después de que se materializara la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el estatus de Gibraltar es el único fleco del Brexit que todavía no se ha resuelto. La cuestión de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, que a priori parecía lo más difícil, se cerró en marzo de 2023 con el acuerdo de Windsor entre la presidenta Ursula von der Leyen y el primer ministro Rishi Sunak.
El gran escollo desde el principio de la negociación es definir dónde estarán estarán exactamente los nuevos controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto del Peñón y cuál será el reparto de papeles entre las fuerzas de seguridad españolas y los guardias de fronteras europeos de Frontex una vez que se elimine la Verja.
Otro de los problemas pendientes es la fórmula del uso compartido del aeropuerto de Gibraltar que exige España. La posición de Reino Unido es que no aceptará ninguna solución que ponga en duda su soberanía sobre Gibraltar.