"El califato es la solución": un grupo islamista toma Hamburgo y exige aplicar la sharía en toda Alemania
La ministra de Interior ha prometido "una intervención dura" contra Muslim Interaktiv, y el ministro de Justicia ha invitado a "emigrar" a quien prefiera un califato "al estado constitucional".
30 abril, 2024 03:01El sábado, más de mil cien personas se reunieron en el barrio de Sankt Georg de Hamburgo para exigir un cambio de gobierno en Alemania. La reivindicación: cambiar la Grundesgesetz por la ley sharía. La mayoría de los manifestantes eran hombres jóvenes de ascendencia árabe y sudasiática, y juntos coreaban takbires y consignas como "El califato es la solución" o "Alemania = dictadura de valores".
La marcha fue vigilada de cerca por un gran contingente policial, que reportó la convocatoria de unas 1.100 personas. La manifestación fue pacífica: no hubo detenciones ni violencia. Pese a ello, los medios alemanes la han calificado de "razia" y "exaltación de la violencia".
Lo cierto es que la persona que registró la manifestación es cercana a Muslim Interaktiv, un grupo de 'influencers' islamistas calificado como extremista e investigado desde hace tres semanas por la Oficina de Protección de la Constitución (BfV), la inteligencia interior alemana. Bajo el lema "la gota de sangre de un musulmán vale más que la Kaaba" —un hadiz del poeta persa del siglo IX Ibn Majah—, la agrupación con sede en Hamburgo es considerada tapadera del Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación), un partido prohibido desde 2003. La policía ya allanó el pasado noviembre dos pisos relacionados con dos de sus miembros.
Ver esta publicación en Instagram
Allí, en las calles de Sankt Georg, estaba el sábado Raheem Boateng, el líder de 25 años de Muslim Interaktiv, descrito por el Morgenpost como "la gran estrella del pop islamista". En redes sociales, Boateng aparece combinando túnicas con sudaderas e instando a un público masculino y joven a luchar por el califato en Europa junto a su movimiento sunní, contrario a otras ramas del Islam —chiísmo o alevismo— del mismo modo que se opone al cristianismo. Alguna de las tácticas de Muslim Interaktiv para captar seguidores ha sido reclamar al futbolista Antonio Rüdiger como uno de los suyos.
Paralelamente, el sábado se reunió en Hamburgo un bloque femenino encabezado por niqabs y carritos de bebé. Los organizadores habían convocado la manifestación con el lema: "¡No obedezcáis a los mentirosos!", en denuncia de la cobertura islamofóbica que, a ojos de los manifestantes, el periodismo alemán hace del mundo musulmán, sobre todo en el contexto de la guerra en Gaza. Aunque la policía de Hamburgo sopesó detener la marcha, las autoridades han declarado que se rechazó la idea por contradecir la libertad de expresión.
La ministra de Interior Nancy Faeser sí ha pedido "una intervención dura" contra actos que, en sus palabras, "son difíciles de soportar cuando las ves suceder en nuestras calles", declaró al medio berlinés Tagesspiegel. "Las líneas rojas en las que termina la protección de gran alcance de la libertad de reunión y de expresión deben ser claras. No debería haber propaganda a favor de Hamás, ningún discurso de odio contra los judíos ni llamamientos a la violencia en las calles alemanas", dijo el lunes a Deutschlandfunk la política socialdemócrata.
El canciller alemán, Olaf Scholz, añadió este lunes: "Todos los delitos, allí donde se hayan infringido las leyes de la República Federal de Alemania, deben ser perseguidos". El socialista agregó que está muy claro que hay que hacer frente a todo islamismo "con las posibilidades y las opciones de que dispone el Estado de derecho".
El mensaje del centroderecha es aún más duro. Marco Buschmann, ministro de Justicia del Partido Democrático Libre, escribió el lunes en X:"Quien prefiera un califato al estado de la Ley Fundamental es libre de emigrar".
Y en el Bundestag los grupos parlamentarios exigen medidas más duras y la prohibición de asociaciones. El diputado por Hamburgo de la Unión Demócrata Cristiana —partido de la excanciller Angela Merkel— Christoph Ploß escribió en X este lunes: "¡La prohibición de Muslim Interactive se está atrasando! La coalición del semáforo —el Gobierno de Scholz— ya no debe trivializar el Islam radical".
Wem ein Kalifat lieber sein sollte als der Staat des Grundgesetzes, dem steht es frei auszuwandern.
— Marco Buschmann (@MarcoBuschmann) April 29, 2024
El líder del grupo parlamentario de los democristianos, Dennis Thering, hizo lo propio. Tras las declaraciones de Ploß, dijo: "No basta con que [...] Faeser encuentre esta manifestación islamista «difícil de soportar», sino que debe actuar ahora y hacer cumplir rápidamente la prohibición de Muslim Interaktiv", afirmó este lunes, según Die Zeit. "Es absolutamente inexplicable por qué las facciones verde y del SPD del Gobierno rechazaron una propuesta de la CDU para prohibir el grupo la semana pasada. El Estado constitucional debe ahora enfrentarse al islamismo con todas sus fuerzas y defender con todas sus fuerzas nuestra sociedad libre", exigió el líder del grupo parlamentario.
Faeser ha anunciado que las autoridades de seguridad están aumentando sus investigaciones al islamismo alemán. Después de que se prohibieran la organización terrorista Hamás y el grupo Samidoun, en defensa de los derechos palestinos, la ministra se ha propuesto perseguir a "otros grupos que quieren emocionalizar, radicalizar y formar nuevos islamistas", ya que "también son el foco de nuestras autoridades de seguridad", afirmó.
Mientras, la ministra de Interior también reparte su "mano dura" contra la derecha más extrema y su conjura golpista. Este lunes ha arrancado en Stuttgart el juicio contra nueve miembros de los Reichsbürger —'Ciudadanos del Imperio'—, un grupo ultraderechista desmantelado en 2022 que supuestamente planeaba tomar la sede del Parlamento y dar un golpe de Estado a favor de Heinrich XIII, vástago de la aristocrática Casa de Reuss. Otras 18 personas serán juzgadas posteriormente en causas separadas.