Scholz rearma Alemania con la vuelta del servicio militar obligatorio

La decisión que tomara en 2011 la canciller Angela Merkel de eliminar ese servicio militar es otra de las políticas que Scholz y su equipo se han visto obligados a subsanar dada la amenaza geopolítica en la que se ha convertido el país de Vladirmir Putin. En 2011 ya había sospechas de que el acabar con la mili metería presión al Ejército alemán. Pero 20 años después de la caída del Telón de Acero, la idea que se impuso en Berlín -y en otras capitales europeas- era la de que el Ejército debía ser, sobre todo, versátil y móvil para ser capaz de intervenir en misiones de paz en el extranjero.

Que hicieran falta militares a disposición del Ejército como para luchar en guerras como la que libra Ucrania frente Rusia resultaba algo inimaginable para Merkel y compañía. Los sucesivos Gobiernos de Merkel dedicaron poco más del 1% del PIB a Defensa. En 2011, año en que se puso fin a la mili en Alemania, el porcentaje fue del 1,2%. Scholz ya ha puesto ese porcentaje en el 2% acordado en el marco de la OTAN.

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No extraña que, tras el inicio de la invasión de Rusia contra Ucrania, del Ejército alemán se dijera que estaba “desnudo” y desacostumbrado a la hora de hacer gasto en Defensa. Pero, todavía ahora, hay muchos que convienen en afirmar que las pesadas estructuras burocráticas del Ejército y el ámbito de la Defensa se llevan, en detrimento de la tropa, muchos de los miles de millones del presupuesto del Estado destinado a este aspecto la seguridad del país.

Todo esto ha terminado teniendo implicaciones para el Ejército alemán. Se supone que de aquí a seis años, la Bundeswehr -nombre que dan a aquí al Ejército- debería contar con algo más de 200.000 soldados en 2031. A día de hoy se cuentan unos 181.000, de los cuales unas 10.000 son personas haciendo “el servicio militar voluntario”.

A principios de este siglo, había casi 110.000 jóvenes alemanes haciendo el servicio militar obligatorio. El número de soldados superaba entonces los 300.000. En la actualidad, el Ministerio de Pistorius reconoce que no está siendo capaz alistar suficientemente a jóvenes para que integren su Ejército. Al año se jubilan del orden de 20.000 militares alemanes. No se recluta lo suficiente para llegar a los 200.000 militares de los que se quiere disponer en Alemania en 2031.

Corregir la decisión de Merkel de 2011

Pistorius, voluntarioso y popular ministro de Scholz sobre el que ha recaído la responsabilidad de rearmar el país, no parece imaginarse a su país captando próximamente a decenas de miles de jóvenes. Por lo visto, las infraestructuras de reclutamiento fueron desmantelada en 2011. Habría que empezar casi desde cero en la vuelta de la 'mili' alemana.

En cualquier caso, Pistorius se iba de gira el pasado mes marzo por los países nórdicos. Allí buscó aprender de los diferentes modelos de servicio militar obligatorio. Por ejemplo, el sueco. La mili estuvo oficialmente suspendida en Suecia durante casi dos lustros. En 2018, sin embargo, se reintrodujo en el país ese sistema por el cual, cada año, unos 100.000 jóvenes de 18 años deben rellenar un cuestionario de las autoridades a efectos de selección para un servicio militar obligatorio de 12 meses.

De esos 100.000, suele elegirse a los más aptos y más dispuestos a servir a su país. Se estima que entre un 5% y 10% de los que participan cada año respondiendo a ese cuestionario son seleccionados para la mili sueca. Un porcentaje así, para Alemania, es inaplicable, de acuerdo con los cálculos que han hecho en el semanario Der Spiegel.

“Transponer el modelo sueco a Alemania significaría que el Ejército alemán tuviera que formar a 40.000 jóvenes que entren a hacer la mili. Para eso no hay suficientes barracones ni oficiales para la formación. Sería más realista un número entre 3.000 y 4.000”, según unas declaraciones de Pistorius recogidas por Der Spiegel.

'Pacifistas' y empresas, en contra

En Alemania, la vuelta de la mili, aunque aún no es un hecho, ha despertado voces en contra, como las del pacifismo que engloba, mayormente, a gente movilizada por políticos de ultraderecha, como los del partido Alternativa para Alemania (AfD), y de ultraizquierda, como Sahra Wagenknecht, la responsable de la última guerra fraticida que ha vivido la izquierda de la izquierda en el Bundestag. En la coalición gubernamental de Scholz, han expresado dudas sobre el eventual regreso de la mili ecologistas y liberales.

Por otro lado, hace unos días, la edición dominical del Frankfurter Allgemeine Zeitung presentaba en sus páginas las pegas que ponen importantes sectores de la economía alemana contrarios a un eventual escenario en el que haya jóvenes siendo obligados a hacer el servicio militar cuando uno de los factores que lastran a la economía germana es la falta de mano de obra.

La Asociación Alemana de Pequeñas y Medianas Empresas (DMB, por sus siglas alemanas), que representa nada menos 27.000 firmas, apuntaba que la vuelta del servicio militar causaría un daño “inmenso” a la maltrecha economía teutona, que apenas creció un 0,2% en el primer trimestre de este año tras un 2023 marcado por la recesión. En argumento de la DMB es que un regreso del servicio militar obligatorio profundizaría en esa crisis de falta de mano obra que hace, por ejemplo, el año pasado quedaran sin cubrir 75.000 puestos para formar a jóvenes en una profesión.

La 'mili', de vuelta

Argumentos como ese, o los que presentan los pacifistas, ecologistas y liberales, parece que van animar a Pistorius a reconsiderar su proyecto sobre la mili en Alemania. Es más, de un tiempo a esta parte se han visto, sobre todo en el centro y el este de Europa, iniciativas para recuperar la mili o ampliar su capacidad de convocatoria para que jóvenes hagan el servicio militar.

Esto último es algo que anunciaba el año pasado Lituania, pequeña nación báltica con frontera con Rusia e integrante de las naciones de la UE que más amenazadas por Rusia se sienten desde que Putin lanzara su guerra de agresión por tierra, mar y aire contra Ucrania. Lituania dejó de tener mili en 2008 aunque, siete años más tarde, la reinstauró. Fue apenas un año después de la ilegal anexión de Crimea a cargo de Rusia.

Polonia, otro de los países que más esfuerzos dedica a denunciar la “Rusia imperial” de Putin, después de haber suspendido la mili en 2008, puso en marcha en mayo de 2022, apenas tres meses del inicio de la invasión a Ucrania, un nuevo sistema de servicio militar voluntario de un año con posibilidad de acabar integrando el Ejército profesional.

Dinamarca, por su parte, decidía el año pasado aumentar el poder de convocatoria de jóvenes para el servicio militar obligatorio. El Ejército danés forma parte del grupo de países que no han dejado de tener 'mili en Europa. En la misma situación se encuentran Estonia, Finlandia, Chipre, Grecia y Austria. Otro país nórdico, Noruega, se convirtió en 2015 en el primer país europeo en el que volvía el servicio militar obligatorio para hombres y mujeres.

Precisamente Noruega es otro de los países que ha visitado Pistorius en busca de inspiración para crear su modelo de servicio militar obligatorio para Alemania. Oficialmente, el ministro alemán tiene hasta 2025 para que se decida qué hacer con el servicio militar obligatorio en su país. Él ya ha dejado dicho, la eficacia de Alemania en un caso de guerra debe implicar “cambios” respecto a la organización actual de la defensa. A Pistorius se le ve presentando su modelo de mili para Alemania en cuestión de días.