Rusia ha lanzando esta esta madrugada un nuevo ataque masivo con misiles y drones contra infraestructuras eléctricas de seis regiones distintas del centro, el sureste y el oeste de Ucrania, que ha dañado tres centrales térmicas y dejado sin luz a varias zonas del país.
"El enemigo no abandona sus planes de dejar a los ucranianos sin luz. Un nuevo ataque masivo contra nuestra industria energética", ha señalado el ministro de Energía de Ucrania, Herman Galushchenko.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha condenado este ataque en el que las fuerzas rusas utilizaron, más de 50 misiles y más de 20 drones, de los que 39 misiles y 20 drones fueron derribados por las fuerzas ucranianas, contra los óblasts de Lviv, Vínitsia, Kiev, Poltava, Kirovograd, Zaporiyia e Ivano-Frankivsk.
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"Todo el mundo debe entender con claridad quién es quién. El mundo no tiene derecho a darle otra oportunidad al nazismo", ha afirmado Zelenski en un mensaje publicado en redes sociales.
Este muevo ataque masivo ha provocado graves daños en tres de las seis centrales térmicas que la empresa privada del sector DTEK tiene en Ucrania.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia ha lanzado sólo esta madrugada contra Ucrania 55 misiles y 21 drones. Más de una treintena de los proyectiles eran misiles de crucero. Las fuerzas rusas también dispararon un misil hipersónica Kinzhal y dos misiles balísticos Iskander-M.
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Las defensas ucranianas derribaron 39 de estos misiles y 20 drones. El Kinzhal y los Iskander-M no pudieron ser interceptados. Según el parte de la Fuerza Aérea, el ataque tuvo como objetivo "infraestructuras críticas ucranianas".
Rusia lleva a cabo una campaña de ataques contra el sector eléctrico ucraniano desde el pasado mes de marzo. En apenas unas semanas, estos ataques rusos han dañado la mitad de las infraestructuras energéticas ucranianas, según el Gobierno de Kiev, y han destruido buena parte de la capacidad de generación térmica de electricidad del país.