El pasado 2 de junio Microsoft publicó un informe sobre los ataques —producto de las campañas de desinformación rusas— contra los Juegos Olímpicos de 2024. El objetivo del Kremlin, sostenía la compañía, era sembrar terror en la mente de los atletas, ciudadanos, espectadores físicos y alrededor del mundo por posibles ataques este verano. Su agresión más reciente es un documental narrado por el célebre actor de Hollywood Tom Cruise, generado con inteligencia artificial. Microsoft anunció su compromiso a proteger la integridad de los Juegos Olímpicos de 2024 monitoreando y denunciando campañas de desinformación del Kremlin hasta la ceremonia inaugural.
El documental, titulado Olympics Have Fallen, se enfoca en el tema de corrupción dentro de los Juegos Olímpicos, y el reporte de Microsoft asegura que tiene una estética similar, además de que "es un juego de palabras con el título de la película estadounidense de acción política: Olympus Has Fallen". El guión insinuaba un “menosprecio a la dirección del Comité Olímpico". La campaña de desinformación es resultado de la prohibición impuesta por el Comité Olímpico Internacional: los atletas rusos y bielorrusos no podrán participar en la ceremonia de inauguración y tendrán que competir como atletas neutrales. Es decir, no podrán llevar banderas ni vestirse con los colores de sus respectivos países como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El documental "Olympics Have Fallen", fue promovido con extraordinarias reseñas en medios de comunicación reputados, generados con efectos especiales generados por ordenador, como el New York Times, The Washington Post, y la BBC, con la intención de que llegara a las redes sociales en Europa y en Estados Unidos. Hay otros vídeos, supuestamente publicados en Euro News (medio de comunicación belga), informando que los parisinos están comprando seguros inmobiliarios, como medida preventiva en anticipación a posibles actos terroristas durante los Juegos Olímpicos de 2024.
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En ataques con estilo similar, se han identificado imágenes haciendo referencia a la matanza en los juegos olímpicos de Múnich en 1972, donde 11 competidores israelíes (y un policía alemán) murieron en manos de la Organización para la Liberación de Palestina, como parte de los ataques de desinformación. Otros vídeos protagonizan a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y la Dirección general de Seguridad Civil y Gestión de Crisis (DGSI), advirtiendo a los espectadores a no ir a los eventos deportivos por posibles ataques, contenido publicado en inglés, francés, alemán y otros idiomas.
Otras campañas de desinformación
Rusia es una veterana con mucha experiencia en cuanto a las campañas de desinformación, habiendo participado en 80 de ellas en 20 países diferentes en el continente africano, según informa el Centro africano para estudios estratégicos (Africa Center for Strategic Studies). Logró ejercer influencia en tres golpes de estado. Éstos ataques, que se intensifican cada día, acercándose la ceremonia de inauguración, están dirigidos hacia el presidente francés Emanuel Macron, los Juegos Olímpicos de 2024 y el Comité Olímpico Internacional. Buscan generar anticipación a posibles brotes de violencia durante los eventos deportivos y difamar la reputación del COI.
La interferencia informativa también se observaba en las décadas en las que participaba la Unión Soviética, estrategia heredada por la Federación Rusa, con la intención de difamar, degradar y restarle importancia a la participación internacional, en ocasiones donde sus atletas no ganaban o no se les permitía competir. El informe de Microsoft indica que en las olimpiadas de Los Ángeles en 1984, repartieron panfletos en Zimbabue, Corea del Sur y Sri Lanka, entre otros, alegando discriminación por estadounidenses extremistas a atletas no caucásicos, lo cual dividió a la sociedad.