Agencias

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido este jueves seguir defendiendo a Ucrania para evitar que caiga bajo el yugo ruso y ha advertido de que "la democracia está más amenazada que nunca".

Así lo ha anunciado en un discurso en el cementerio estadounidense de la localidad francesa de Colleville sur Mer, en el marco de las ceremonias de conmemoración del 80 aniversario del desembarco de Normandía. Una celebración a la que ha asistido el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, pero no el mandatario ruso, Vladímir Putin, que no ha sido invitado por su agresión al país vecino.

"No podemos plegarnos ante los dictadores", ha sentenciado el mandatario estadounidense. Y ha añadido que, si se hiciera, sería una manera de olvidar lo que ocurrió hace ocho décadas, cuando los aliados lograron liberar a Europa del régimen nazi. "¿Estamos dispuestos a levantarnos contra la tiranía, a defender la democracia y la libertad? La respuesta sólo puede ser sí", señaló, después de subrayar que ceder ante los matones "es impensable".

El Presidente ESTADOUNIDENSE Joe Biden y la primera dama Jill Biden caminan en el Cementerio y Memorial Americano de Normandía en Colleville-sur-Mer, Francia, el 6 de junio de 2024 Reuters

"No daremos la espalda a Ucrania. Si le damos la espalda, Ucrania caerá bajo el yugo ruso y luego Europa también caerá", ha asegurado Biden en declaraciones recogidas por Efe. Asimismo, ha recordado lo sucedido en las playas de Normandía aquel 6 de junio de 1944, cuando, ha detallado, "probamos que la libertad es más fuerte que la tiranía" y también el valor de "la unidad sin falla de los aliados".



En esta línea, Biden ha hecho un paralelismo entre lo ocurrido hace 80 años y la situación actual al señalar que la OTAN, con la reciente ampliación a Finlandia y Suecia, cuenta ya con 32 miembros y "está más unida que nunca". Ha reiterado también la voluntad de su país para implicarse en esa y otras alianzas al señalar que "la capacidad única de Estados Unidos de unir a las naciones es una de nuestras mayores fortalezas"."El aislacionismo -ha añadido- no es la respuesta. No era la respuesta hace 80 años y no lo es ahora".



En alusión a las batallas que se produjeron en Normandía hace 80 años, ha concluido: "Los que dejaron su vida aquí, salvaron el mundo. Hay que estar a la altura de su sacrificio".

Ceremonia en Colleville sur Mer

En esta ceremonia en el cementerio militar estadounidense de Colleville sur Mer, donde están agrupadas las tumbas de más de 9.300 soldados caídos en esa campaña, estuvieron como invitados de honor cerca de 200 veteranos de la Segunda Guerra Mundial llegados de Estados Unidos, incluidas algunas mujeres.



La gran mayoría estaban en silla de ruedas debido a su muy avanzada edad (muy próximos o por encima de los cien años), si bien unos pocos caminaron orgullosamente. Debido a su edad, es muy probable que sea el último aniversario importante al que acuden.



El presidente francés, Emmanuel Macron, condecoró a once de ellos con la Legión de Honor, la más alta distinción oficial de Francia, por su contribución a la liberación de Francia en 1944 y 1945.





También acudieron invitados ilustres, como el exsecretario de Estado, John Kerry, que fue condecorado en varias ocasiones en la Guerra de Vietnam; o Tom Hanks, protagonista de la película Saving Private Ryan (1998), ambientada en el desembarco de Normandía y sus días posteriores, y que comienza y termina en este cementerio. Igualmente había también veteranos de conflictos más recientes y familiares de combatientes en Normandía, recoge Efe.



La playa Omaha, una de las cinco donde desembarcaron las tropas aliadas hace hoy 80 años, y una de las dos estadounidenses, fue el escenario de los combates más cruentos esa jornada. Las tropas estadounidenses sufrieron entre 5.000 y 6.000 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos, la gran mayoría en las primeras oleadas. Por eso se la conoció como Omaha la sangrienta