El G7, el grupo de las siete democracias más ricas del mundo, ha llegado este jueves a un acuerdo "provisional" para conceder a Ucrania un préstamo de unos 46.000 millones de euros que se financiará con los intereses generados por los activos del Banco Central de Rusia que se encuentran congelados en la Unión Europea (UE), fundamentalmente en Bélgica.
Al parecer, una fuente familiarizada con las deliberaciones internas del grupo ha indicado a la agencia de noticias Efe que los negociadores de los países, conocidos como 'sherpas', han llegado ya a un acuerdo "provisional".
Éste, sin embargo, aún debe recibir el visto bueno formal de cada uno de los líderes, reunidos desde hoy y hasta el sábado en un lujoso hotel de la región italiana de Apulia (al sur de Italia), aislado y blindado para la ocasión. Por el momento, no se espera que alguno de los países lo bloquee, ni siquiera Alemania, que se había mostrado reticente a utilizar los cerca de 270.000 millones de euros en activos rusos que se estima que está inmovilizados en Europa.
Presumiblemente, el acuerdo final se conocerá esta tarde cuando el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, participe junto a los líderes del grupo (conformado por Estados Unidos, Italia, Japón, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Canadá) en una sesión específica sobre Ucrania.
De manera paralela a la cumbre, se espera que el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ucraniano firmen un acuerdo bilateral de seguridad. También el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha anunciado una nueva ayuda de 242 millones de libras (286 millones de euros).
Un mensaje de unidad
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que aspira a repetir en el cargo tras las elecciones europeas del pasado domingo, ha asegurado que el objetivo de la cumbre es enviar "un fuerte mensaje" de "unidad" en "tiempos turbulentos".
"En tiempos turbulentos, el mensaje más fuerte que podemos enviar es el de la unidad. Hoy el G7 mostrará unidad", ha asegurado Von der Leyen en un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social X.
Las claves del préstamo
Durante meses, los negociadores del G7 han debatido la legalidad de confiscar el dinero y enviarlo a Ucrania.
La conclusión a la que han llegado es que, si bien el Kremlin no puede acceder a los activos por estar congelados, éstos siguen perteneciendo al banco ruso. Sin embargo, los beneficios generados por ese dinero no tienen dueño, por lo que podrían ser entregados a Ucrania, algo con lo que Moscú no está de acuerdo, recoge Beatriz Pascual, de la agencia Efe.
Los 260.000 millones de euros de activos rusos congelados generan unos 3.000 millones de euros anuales en beneficios, pero esa cantidad es insuficiente para mantener a flote a Kiev, ya que únicamente cubriría las necesidades de financiación del Ejecutivo ucraniano durante un mes.
Por ello, el G7 ha decidido utilizar los intereses futuros como aval para un préstamo que proporcione a Ucrania una suma sustancialmente mayor, de al menos 46.000 millones de euros, con el fin de que pueda reconstruir su país y comprar más armamento.
Estados Unidos será el máximo contribuyente, aunque ha abierto la puerta para que otros socios del G7 u otros países aliados de Ucrania contribuyan al fondo, bautizado "Préstamos de Aceleración Extraordinaria de Ingresos (EPA) para Ucrania".
Sólo Estados Unidos está dispuesto a aportar los 46.000 millones de euros (50.000 millones de dólares), dijo a la prensa un alto funcionario estadounidense, que insistió en que la idea es crear un "sindicato de préstamos" con las contribuciones de otros países con el objetivo de "compartir el riesgo", recoge Efe.
¿Cuándo podrá Ucrania acceder a los fondos?
El citado funcionario indicó que el Gobierno estadounidense podría desembolsar los 46.000 millones de euros este mismo año porque puede hacerlo legalmente conforme a legislaciones internas, y explicó que otros países tendrán que decidir cuándo pueden hacerlo según sus regulaciones.
Washington quiere acelerar la entrada de fondos a Ucrania, no solo por las necesidades de Kiev, sino por las elecciones de noviembre, en las que el presidente estadounidense, Joe Biden, se enfrentará al exmandatario Donald Trump (2017-2021).
¿Quién es el responsable del préstamo?
Uno de los principales puntos de discordia en las negociaciones ha sido quién sería el responsable último del préstamo, en caso de que la guerra termine sin que se hayan generado suficientes intereses en los activos rusos para pagarlo.
Según el funcionario estadounidense, los líderes del G7 se han comprometido a que los activos de Rusia permanezcan congelados hasta que el Kremlin pague por los daños causados en Ucrania, que según el Banco Mundial exceden los 450.000 millones de euros.
De esa forma, hay dos opciones: o Rusia paga por el daño causado cuando acabe la guerra -algo a lo que difícilmente accederá el Kremlin- o los activos seguirán congelados hasta que generen suficientes beneficios para pagar por el préstamo, de acuerdo al citado funcionario.
La realidad política es más complicada, porque los 27 miembros de la UE tienen que votar cada seis meses de manera unánime para renovar las sanciones por las que se inmovilizan los fondos rusos y Hungría -principal aliado de Moscú en la UE- podría votar en contra, desmantelando todo.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Por eso, para garantizar que el préstamo salga adelante, lo primero será que la UE respalde ese pacto del G7, renovando el régimen de sanciones sobre Rusia, detalló el citado funcionario estadounidense.
Posteriormente, se redactarán los contratos necesarios entre los prestamistas (Estados Unidos y otros), Ucrania como receptora y las organizaciones intermediarias, y después se acordará un calendario de desembolsos para garantizar que se puedan atender las necesidades de Ucrania.