Dos manifestantes ecologistas rociaron con pintura el Stonehenge británico el miércoles, con marcas naranjas que cubrieron algunas de las piedras de la estructura megalítica prehistórica en vísperas de las celebraciones del solsticio de verano. Ambos han sido detenidos como sospechosos de dañar el monumento antiguo, según informó la policía en un comunicado.
"Esto es extremadamente preocupante y nuestros conservadores están investigando el alcance de los daños", dijo English Heritage, la organización benéfica que gestiona Stonehenge, en X. Stonehenge permanece abierto, informa Reuters. El monumento, uno de los lugares turísticos más visitados de Reino Unido, también tiene un significado espiritual y atrae a miles de visitantes durante el solsticio de verano, el día más largo del año en el hemisferio norte.
Por su parte, Just Stop Oil ha reivindicado el ataque. En una publicación en Twitter, la organización ecologista ha añadido que los dos autores arrojaron pintura sobre el crómlech para "exigir al gobierno entrante [es decir, el que salga de las elecciones del próximo 4 de julio], que firme un tratado jurídicamente vinculante para eliminar los combustibles fósiles antes de 2030".
En un vídeo difundido por el grupo ecologista, se ve a dos manifestantes correr hacia dos de los megalitos de Stonehenge y rociar harina de maíz con pintura naranja mientras otra persona intenta detenerlos.
El público pudo pasear por el interior del círculo de piedras, situado en el sur de Inglaterra, hasta 1977, año en que fue vallado por temor a los daños que pudiera causar el fuerte aumento del número de visitantes.
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"Just Stop Oil son una vergüenza", dijo el primer ministro Rishi Sunak en la X de la protesta en el sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Just Stop Oil se ha hecho famosa en Reino Unido por sus perturbadoras protestas ecologistas, en las que sus activistas han cortado carreteras principales, perturbado acontecimientos culturales y deportivos e incluso arrojado sopa a un cuadro de Van Gogh. El grupo quiere que el gobierno británico ponga fin a la extracción y quema de petróleo, gas y carbón para 2030.