Tras más de 850 días de guerra entre Rusia y Ucrania, retransmitidos prácticamente en vivo en las redes sociales, la crueldad y la deshumanización de todo conflicto bélico no cesa de emerger en forma de duras imágenes y grabaciones.
Es el caso de un vídeo difundido en las redes, en las que las víctimas son un grupo de tres soldados rusos.
Uno de ellos es alcanzado por un dron ucraniano, seguramente cargado con una granada u otro tipo de explosivo a bordo.
El militar, al darse cuenta de la gravedad de sus heridas, no duda en pedir a uno de sus compañeros que le dispare en la cabeza mediante gestos y gritos.
Petición a la que responde sin dudarlo un segundo el otro soldado para evitar un sufrimiento innecesario a su compañero.
Tras dispararle en la cabeza, los dos soldados supervivientes siguen su camino dejando el cadáver de su compañero atrás.