El candidato de Le Pen a primer ministro, Jordan Bardella, durante una de sus raras intervenciones ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo

El candidato de Le Pen a primer ministro, Jordan Bardella, durante una de sus raras intervenciones ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo Parlamento Europeo

Europa

Preocupación y silencio en los líderes europeos ante la probable victoria final de Bardella en Francia

La postura de la Agrupación Nacional de Le Pen sobre Ucrania es lo que causa más inquietud en Bruselas.

1 julio, 2024 03:02
Bruselas

Ni el más locuaz de los líderes europeos se ha atrevido este domingo a saltar a la palestra de X para comentar la victoria de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. La consigna en Bruselas y en las capitales era el silencio respetuoso con los procedimientos democráticos. Compás de espera hasta el resultado final del 7 de julio. Un mutismo que no esconde, sino que pone de relieve, la profunda inquietud en la UE sobre los resultados franceses. 

La derecha radical y euroescéptica ya ha llegado al poder en Hungría, Italia, República Checa y ahora en Países Bajos. En septiembre probablemente se sume Austria. Estuvo ocho años al frente del Gobierno en Polonia y fue derrotada. La Unión Europea resiste. Pero el caso de Francia sería distinto. No sólo se trata de uno de los países fundadores y la segunda potencia europea, sino que es (junto con Alemania) el motor de la integración europea. Una mayoría absoluta de Le Pen en segunda vuelta amenaza con convertirse en motor de la desintegración de la UE.

"Estoy preocupado por las elecciones en Francia", admitía el canciller alemán, Olaf Scholz, uno de los pocos que ha expresado públicamente su desazón durante la campaña, en una entrevista el domingo pasado en la televisión pública. "Espero que los partidos que no son Le Pen tengan éxito en los comicios", añadió.

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Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha excluido cualquier tipo de colaboración con Marine La Pen a escala europea, lo que contrasta con su acercamiento a otra líder de la derecha radical, Giorgia Meloni. Partidos como Reagrupación Nacional "son amigos de Putin y quieren destruir Europa", dijo Von der Leyen en el debate central de la campaña del 9-J.

La victoria de la ultraderecha aboca a Francia a un choque frontal con la Unión Europea en multitud de políticas. Quizá lo que más preocupa en Bruselas es la posición de Jordan Bardella, el candidato a primer ministro, sobre Ucrania. Reagrupación Nacional ha sido tradicionalmente próximo a Vladimir Putin e incluso recibió un préstamo de Rusia. Desde el estallido de la guerra de invasión contra Ucrania, Le Pen ha intentado marcar distancias con el Kremlin, pero su giro no convence en la UE.

En campaña, Bardella ha dicho que su línea roja absoluta es que no permitirá el envío de instructores franceses a Kiev para formar a soldados ucranianos, tal y como ha sugerido Macron que hará. Reagrupación Nacional está además en contra de la entrada de Ucrania en la UE, justo cuando acaban de iniciarse las negociaciones de adhesión.

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En teoría, es el presidente y no el primer ministro el que tiene las competencias en materia de defensa y política exterior. Pero Le Pen ya ha amenazado con cortarle a Macron el presupuesto de asistencia a Ucrania. "El de jefe de las fuerzas armadas, para el presidente, es un título honorífico, ya que es el primer ministro quien maneja los hilos del dinero. Jordan no tiene intención de pelear con él, pero ha marcado líneas rojas: En Ucrania, el presidente no podrá enviar tropas", ha dicho la líder de la Agrupación Nacional.

Otro foco de conflicto en política europea en caso de cohabitación entre Macron y Bardella es el nombramiento del próximo comisario francés en el nuevo equipo de Ursula Von der Leyen. Macron ha anunciado que pretende que Thierry Breton, que ocupa ahora mismo la cartera de Mercado Interior e Industria, repita un segundo mandato.

Sin embargo, Marine Le Pen sostiene que la potestad de nombrar al comisario francés no corresponde al presidente sino al primer ministro. “Es evidente que el señor Breton no ha defendido los intereses de Francia durante su mandato”, ha dicho la líder de Reagrupación Nacional, que sin embargo no ha desvelado quién es su candidato.

Bardella ha prometido además en campaña que exigirá de inmediato recortar en 3.000 millones al año la aportación de Francia a las arcas comunitarias, que en 2024 ascendió a 21.600 millones de euros. Con este dinero pretende financiar algunas de las políticas que ha anunciado en campaña, como la rebaja del 20% al 5,5% del IVA de carburantes y energía.

Esta promesa es de imposible cumplimiento según las reglas vigentes. “Desde el punto de vista legal y procedimental, el señor Bardella no puede llevar a la práctica su promesa porque ya hemos acordado el presupuesto plurianual de la UE para 2021-2027. Un marco que fija de forma clara lo que cada país paga y recibe. En este periodo de siete años no es posible hacer ningún cambio”, ha declarado a EL ESPAÑOL el vicepresidente del PPE, Siegfried Muresan. 

La inesperada convocatoria electoral anunciada por Macron el 9-J provocó una tormenta en los mercados, que se tradujo en un fuerte aumento de la prima de riesgo de Francia. La victoria de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en la primera vuelta de las legislativas amenaza con agravar las turbulencias por el miedo a sus promesas de aumento del gasto público y recorte de impuestos sin financiar, en un país con alto déficit y deuda.

De hecho, Bruselas acaba de lanzar un procedimiento por déficit excesivo contra Francia, que en 2023 registró un desfase presupuestario del 5,5% en 2023 y una tasa de deuda pública del 110,6%. El riesgo es un efecto contagio a otros países como Italia o España que desencadene una crisis de deuda.

Todos los ojos están puestos en el Banco Central Europeo (BCE), que cuenta con una nueva herramienta de compra de deuda: el Instrumento para la Protección de la Transmisión, que se activa para contrarrestar turbulencias no justificadas por los fundamentos económicos. El BCE debe estar preparado para hacer frente a los riesgos políticos, ha dicho el gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta.

"Aparte de la incertidumbre política, no veo ningún motivo concreto para la inestabilidad financiera. La economía está avanzando, la inflación baja y la política monetara está en una senda de relajación, aunque no sabemos exactamente la velocidad. Y tenemos nuestras reglas fiscales que también contribuyen a la estabilidad", sostiene en una reciente entrevista a EL ESPAÑOL el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.