Los planes de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, de dejar instalados los anillos olímpicos de forma permanente sobre la Torre Eiffel se han topado con una inesperada oposición, los herederos del célebre arquitecto.
"La Torre Eiffel, que se ha convertido en el símbolo de París y de Francia, tiene una vocación más amplia que la de estar permanentemente asociada a una organización como los Juegos Olímpicos", declaró este lunes Savin Yeatman-Eiffel, vicepresidente de la asociación de descendientes de Gustave Eiffel, a la cadena BFM.
A juicio de los familiares de Eiffel, dejar los anillos instalados de manera permanente privaría a la emblemática torre en la capital francesa de su papel como plataforma de otros mensajes reivindicativos de diferentes causas.
Tampoco le ha gustado la idea de Hidalgo a la ministra de Cultura, Rachida Dati. "La Torre Eiffel es un monumento protegido, una obra de un inmenso ingeniero y creador. Para respetar su estilo arquitectónico y su obra, es necesario obtener permiso para cualquier alteración sustancial que se vaya a realizar y llevar a cabo una evaluación de impacto, de acuerdo con el código del patrimonio francés", advirtió Dati el domingo a través de X. "Es importante que se respeten todos los procedimientos y consultas destinados a proteger el patrimonio", añadió.
Hidalgo había dado por hecho el sábado que los anillos olímpicos se quedarán en el emblemático monumento de hierro para recordar el espíritu de París 2024. La idea era que los anillos actuales fueran sustituidos por otros idénticos, pero más ligeros.
"Como alcaldesa de París, la decisión es mía y cuento con el acuerdo del COI (Comité Olímpico Internacional). Así que sí, permanecerán en la torre Eiffel", indicó la regidora en una entrevista en el periódico Ouest France.
La alcaldesa también expresó su deseo de que la ciudad se quede con otros elementos temporales utilizados en los JJOO, como las estatuas de mujeres emblemáticas que emergieron a orillas del Sena durante la ceremonia de inauguración o el globo con el pebetero que aún está en el jardín de las Tullerías.