La tormenta Boris está provocando las lluvias torrenciales más graves de la última década en Europa Central con crecidas históricas de ríos como el Elba o el Danubio, dejando al menos 14 muertos, varios desaparecidos, miles de evacuados, cientos de miles de personas sin electricidad y cuantiosos daños materiales n Rumanía, Polonia, Austria y República Checa.

Las inundaciones son muy graves en Rumanía, donde han muerto seis personas en el condado de Galati, en el este del país. Hay varias localidades afectadas y decenas de personas han tenido que ser evacuadas. 

"Es un desastre total. No sé qué vamos a hacer después de limpiar los hogares de la gente, porque ya no pueden vivir allí", ha lamentado de la localidad rumana de Slobozia Conachi, Emil Dragomir. 

Más de 15.000 personas están afectadas por el fuerte temporal, hay decenas de carreteras cortadas y se han desplegado dispositivos especiales para rescatar a los atrapados.

Polonia

Situación muy complicada también en Polonia, donde han muerto tres personas por las inundaciones en el sur. Desde la noche del viernes, el temporal de lluvia y viento que azota el sur del país ha provocado cortes en las comunicaciones, ha dejado aisladas a algunas poblaciones y ha provocado la evacuación de varios miles de habitantes de las regiones de Silesia, Opole y Pequeña Polonia. 

Actualmente la situación continúa siendo grave en los distritos de Kłodzko, Ząbkowice, Wałbrzych y Kamienna Góra (sur), donde se ha evacuado a más de 3.000 personas por medios anfibios y en helicóptero.

Además, la presa de Pilchowice está a punto de desbordarse y en estos momentos se lleva a cabo la evacuación de las poblaciones cercanas, como Lwówek Śląski, mientras retenes de bomberos y servicios de urgencia levantan barreras con sacos de arena y tratan de asegurar el puente de Kamienna Góra.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha convocado un Consejo de Ministros con carácter de urgencia para delimitar el alcance de la declaración de zona catastrófica.

Austria, República Checa y Hungría

Tres personas han muerto en Austria a causa de las fuertes inundaciones. Las masas de agua han roto 12 presas en Baja Austria, mientras que 12.000 hogares están sin electricidad y en 23 localidades no hay agua potable. Los bomberos, junto a 300 soldados y 13 helicópteros, trabajan a contrarreloj para fortalecer varias presas amenazadas.

Unas 800 personas han sido rescatadas en helicópteros en las últimas horas en Baja Austria, el estado federado más grande y poblado de la república alpina, declarado zona catastrófica.

En la República Checa una persona se ha ahogado en el río Krasovka, al noroeste, como consecuencia de las intensas riadas. La magnitud de la catástrofe se compara a la sufrida en 1997, cuando fueron 50 los fallecidos.

Por su parte, el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha anunciado que, ante el temporal y las inundaciones que se temen en el país, pospone todos sus viajes al extranjero.

Los servicios meteorológicos pronostican que los caudales de los ríos subirán en Hungría hasta niveles "históricos", alimentados tanto por lluvias como por la llegada de las masas de agua de otros países de Europa central. Se prevé que sobre todo su río principal, el Danubio, se desborde e inunde vastos terrenos.