La oleada de incendios forestales que asola Portugal, sobre todo regiones del norte y centro del país, ha provocado ya siete muertos, 50 heridos y miles de hectáreas calcinadas. Un trágico balance que ha obligado al país vecino ha movilizar a unos 5.300 efectivos y a pedir ayuda a la Unión Europea.
Portugal ha decretado la alerta desde el pasado sábado por los más de 60 fuegos que se mantienen activos en todo su territorio. Debido a que la situación no ha mejorado, el Gobierno luso ha decidido pronlogar la alerta por peligro de incendios hasta el jueves.
La cifra de muertos se ha elevado este martes tras el fallecimiento de tres bomberos mientras combatían las llamas, que se suman a otro que falleció el pasado domingo. De las 50 personas que han resultado heridas, 33 son bomberos, según el Diario Público portugués.
Al margen de los cuatro bomberos muertos, hay otras tres víctimas mortales. El comandante André Fernandes ha confirmado en una rueda de prensa en Oeiras (área metropolitana de Lisboa) que las tres víctimas son dos mujeres y un hombre que murieron después de que el vehículo de combate en el que estaban fuera alcanzado por las llamas cuando iban a luchar contra un fuego en Nelas (región Centro).
Este martes, el segundo comandante nacional de la Protección Civil, Mário Silvestre, confirmó a los periodistas la muerte de otra persona, sin dar detalles, aunque los medios locales avanzaron que se trataba de un civil.
El comandante André Fernandes precisó este martes que la situación continúa "muy crítica" y avanzó que las evacuaciones continuarán durante este martes y el miércoles.
65 incendios activos
En este momento hay en curso 65 incendios, con mayor incidencia en las regiones Norte y Centro del país. Preocupa especialmente el "complejo de incendios" que se registra en la zona fronteriza entre el distrito de Aveiro y el área metropolitana de Oporto.
Por el momento, los incendios ya han calcinado 10.000 hectáreas, pero tienen un potencial de alcanzar otras 20.000 si no se controlan en las próximas horas.
En el terreno hay cerca de 5.300 efectivos, además de 1.700 medios terrestres y 29 aéreos.
El lunes se sumaron dos aviones anfibio Canadair españoles en el marco del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea y ya han llegado hoy otros dos provenientes de Francia, que se unirán al combate contra las llamas en las próximas horas.
Las autoridades portuguesas esperan la llegada de otros dos aviones italianos para este martes y otros dos griegos, que todavía no han podido salir de su país por las condiciones meteorológicas.
Uno de los municipios más afectados por las llamas es el de Mangualde (distrito de Viseu, fronterizo con el de Aveiro), que engloba varias aldeas que ya han sido afectadas por el fuego.
Según pudo constatar EFE en el terreno, los vecinos de la zona se han organizado junto con los bomberos para construir bloqueos contra las llamas, que ya han afectado a varios edificios.
Azada en mano o con mangueras de sus propios domicilios, son decenas los habitantes que participan en cadenas humanas de prevención.
"Para ver si conseguimos proteger la parte de las casas, almacenamientos de los animales, y todas esas cosas", explicó a EFE António, un vecino de la localidad de Mesquitela, en Mangualde, con la cara tapada por una mascarilla para protegerse del intenso humo, arrastrado por los vientos. Añadió que ya son varios los evacuados en este municipio.
Por otra parte, João Pedro, un joven brasileño habitante de la misma población, afirmó en declaraciones a EFE que empezó a sentir la llegada del humo de madrugada: "No se podía ver aquí cerca pero se sentía mucho olor de noche", aseguró.
Paula Santos es otra vecina preocupada por la situación, y ya conoce casas de amigos que se encuentran próximas a las llamas.
"Es muy preocupante ver todo ardiendo a nuestro alrededor. Es difícil, muy, muy difícil", aseveró.
El cambio climático
Las temperaturas superaron los 30 grados en todo el país durante el fin de semana, cuando comenzaron los incendios y fueron avivados por fuertes viento. La agencia meteorológica IPMA pronostica que se mantendrán por encima de los 30 C durante los próximos dos días, en medio de una humedad extremadamente baja.
Portugal ha tenido hasta ahora un verano relativamente tranquilo en el frente de incendios, con una superficie quemada de 10.300 hectáreas hasta finales de agosto, un tercio de la de 2023 y siete veces menos que la media de los últimos 10 años.
Tras los mortíferos incendios de junio y octubre de 2017, que acabaron con más de un centenar de personas, el país luso multiplicó por diez la inversión en prevención y duplicó su presupuesto para luchar contra los incendios forestales.
Los expertos consideran que el aumento de las olas de calor, así como su mayor duración e intensidad, es una consecuencia del cambio climático.