Bruselas

El cuartel general de la OTAN en Bruselas ha acogido este martes la ceremonia de cambio de guardia en el mando supremo. El noruego Jens Stoltenberg, que ha dirigido con aplomo la Alianza Atlántica durante los últimos 10 años -una década muy difícil marcada por la guerra de invasión de Rusia contra Ucrania- ha hecho entrega al holandés Mark Rutte del mazo para poner orden en las reuniones de la Alianza Atlántica.

En su primera comparecencia de prensa como secretario general de la OTAN, Rutte ha prometido continuidad en la labor de su antecesor, en particular en la asistencia militar al Gobierno de Volodímir Zelenski. Pero también se ha esforzado en minimizar el impacto de una posible victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses de noviembre. Sostiene que será capaz de trabajar tanto con Trump como con Kamala Harris, y cree que ambos seguirán apoyando a Kiev.

Lo cierto es que en su primer mandato, el candidato republicano amenazó con salirse de la OTAN alegando que el resto de aliados abusan del paraguas de seguridad de EEUU. El pasado febrero llegó a decir que animará a Rusia a hacer lo que quiera con los aliados que no gasten suficiente en defensa. Trump también ha puesto en duda que vaya a mantener la ayuda militar a Ucrania y dice que resolverá rápidamente la guerra entre Moscú y Kiev si llega al poder.

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El nuevo secretario de la OTAN ha hecho valer que, en su etapa de primer ministro holandés, ya tuvo ocasión de tratar regularmente con Trump durante cuatro años, con el que mantenía una buena relación de trabajo. En su opinión, hay que reconocer al candidato republicano su "visión de futuro", ya que gracias a su insistencia la OTAN empezó a aumentar el gasto en defensa y a preocuparse por los riesgos que plantea China en materia de seguridad.

"No voy a comentar todo lo que están diciendo Donald Trump o la vicepresidenta Kamala Harris. Pero en términos generales, mi impresión y mi intuición -basándome en todas las conversaciones que he mantenido con ambos bandos, incluido con los dos candidatos- es que ambos entienden que, al final, la relación transatlántica es crucial no sólo para Europa, sino también para su defensa y su seguridad", ha dicho Rutte.

"Porque si Rusia consigue más influencia en esta parte del mundo, eso supondría una amenaza directa en materia de seguridad para América, para Estados Unidos. Y eso incluye si Putin consigue lo que quiere en Ucrania. No voy a responder a cada sílaba o palabra que digan los políticos estadounidenses, pero esta es mi convicción general", ha insistido el nuevo secretario general de la OTAN.

Rutte no ha querido valorar directamente la negativa de Joe Biden a la petición de Ucrania de poder usar los misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos para golpear objetivos dentro de Rusia. Pero sí ha dicho que el derecho de Kiev a la legítima defensa "no termina en la frontera". El político holandés tampoco se cree la retórica nuclear que se gasta Vladímir Putin. "No vemos ninguna amenaza inminente de que vayan a usarse armas nucleares" en Ucrania, ha asegurado.

El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, durante su primera rueda de prensa en el cuartel general de Bruselas Reuters

"Apoyar a Ucrania es lo correcto y también es una inversión en nuestra propia seguridad. Porque una Ucrania independiente y democrática es vital para la paz y la estabilidad en Europa. Y el coste de apoyar a Ucrania es mucho menor que el que tendríamos que afrontar si permitimos que Putin se salga con la suya", ha subrayado.

En su primera rueda de prensa como secretario general de la OTAN, Rutte ha empleado un tono particularmente duro hacia China. "A través de su apoyo a la industria militar rusa, China se ha convertido en un facilitador decisivo de la guerra de Rusia en Ucrania. China no puede seguir alimentando el mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial sin que esto afecte a sus intereses y su reputación", ha dicho.

Además del apoyo a Kiev, las otras dos grandes prioridades que ha mencionado para su mandato son el aumento de la inversión en defensa de los aliados para contar con todas las capacidades militares necesarias y la creación de nuevas alianzas con países que comparten los mismos valores que la OTAN, en particular en la región del Indopacífico.