La mitad de los musulmanes que viven y trabajan en la Unión Europea (UE), siente una creciente discriminación e inseguridad, que afecta tanto a quienes han llegado recientemente como a los nacidos y criados aquí, y en la que se mezcla la islamofobia con el racismo.
Así lo advierte la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea en un informe elaborado sobre el testimonio de unos 9.000 residentes en 13 países comunitarios, entre ellos España, que se identifican como musulmanes.
"Desde hace más de 15 años, las investigaciones y los datos de la FRA muestran que los musulmanes en la UE se enfrentan a discriminación acoso y violencia cuando buscan trabajo o vivienda, cuando están en el trabajo o cuando intentan acceder a servicios públicos o privados", señala esta agencia, con sede en Viena.
La encuesta terminó de realizarse en octubre de 2022.
Raza y religión
El estudio de la FRA da mucha importancia a la raza como fuente de discriminación y señala que el 47% de los encuestados experimentó ese tipo de situaciones, nueve puntos más que en 2016.
Teniendo en cuenta todas las causas de rechazo (etnicidad, religión, color de la piel, edad, género o discapacidad) el 50% de los participantes en este estudio denuncia haber sentido discriminación.
Con todo, los datos varían mucho de país en país y dependiendo del origen geográfico de los encuestados.
Así, la prevalencia de discriminación va desde el 80% de los musulmanes subsaharianos en Austria, al 73% de los turcos en Alemania, pasando por el 67% de los sirios en Dinamarca, al 29% de los norteafricanos en España o Italia.
En general, Austria y Alemania son los países donde los musulmanes se sienten más discriminados, y España y Suecia donde menos.
Musulmanes nacidos en la UE
La FRA alerta de que incluso musulmanes ya nacidos en la Unión Europea, descendientes de inmigrantes, afrontan esa discriminación. Por ejemplo, más de la mitad de ellos afirma haberse sentido racialmente discriminado al buscar trabajo.
Al ser preguntados por el motivo de la discriminación, el origen étnico o el hecho de ser inmigrante es el más mencionado (39%), por delante incluso del elemento religioso (25%) o el color de la piel (12%). Esta última causa es el principal motivo de discriminación al que se refieren los musulmanes de origen subsahariano.
Los musulmanes que viven en la UE aseguran sufrir esa discriminación en todos los ámbitos de la vida, desde la búsqueda de empleo al acceso a la vivienda o el acoso en la escuela.
En este sentido, el 16% de los musulmanes con hijos escolarizados aseguran que sufren acoso en los centros educativos debido a su origen étnico o a ser inmigrantes o descendientes de inmigrantes.
Respecto al empleo, la FRA señala que las mujeres musulmanas que visten prendas como el pañuelo islámico, el hiyab o el niqab tienen menos probabilidades de estar empleadas que las que no lo hacen (46% y 61% respectivamente).
Aunque el estudio no se para a analizar el origen de los sentimientos antimusulmanes, la FRA menciona como factores los conflictos en Oriente Próximo, pese a que el informe se había cerrado antes de la actual escalada en la región; y la retórica anti inmigración en el debate político.
"Hasta cierto punto, las políticas antiinmigración de derechas se han normalizado y se han convertido en parte del discurso político", señala a Efe Vida Beresneviciute, una de las autoras del informe.
Beresneviciute señala que hay un discurso general que culpa a ciertos grupos y que aunque el informe no establece un vínculo directo entre el ambiente político y los niveles de discriminación, en algunos países esa relación es más evidente que en otros.
Así, por ejemplo, recuerda que Alemania y Austria, donde partidos de ultraderecha han tenido buenos resultados electorales últimamente con un discurso antiinmigración, son también los países donde los musulmanes declaran sentirse muy discriminados.